parte 5

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Todo el día anterior lo pasé en el cuarto llorando, y sintiendo pena por mí misma. Hoy me desperté a causa de ese ruido infernal, la música de él. Salí a mi balcón y arrojé un zapato quebrándole la ventana. Él salió y me aventó el Converse quebrando mi ventana. 

- Tú juegas yo juego -dijo él furioso. 

- ¿Eso quieres? -pregunté molesta- Bien. 

Me metí a la ducha y cuando estaba cambiándome escuché que mi celular timbraba. Lo tomé rápidamente y contesté aún un tanto molesta.

- ¿Vendrás a comer hoy? -preguntó mi novio. 

- Logan, lo olvidé -dije apenada-, trataré de hacer lo que pueda... 

- ¿Qué hiciste? -reprendió mi novio. 

- Me peleé con Zayn -dije sinceramente. 

- Siempre con ese chico... ¿cuál es la sentencia? -preguntó y escuché que subió a su auto. 

- No saldré durante todo el verano a menos que él salga conmigo... -cerré los ojos. 

- ¿Qué? -preguntó enojado. 

- Lo siento... 

- Bueno, lo único que me consuela es que tú lo odias y nunca podrías engañarme a mí con ese tipo... 

- Que bueno que lo sepas -dije con media sonrisa. 

- Bueno, hoy dejaré que cumplas tu sentencia... mañana te buscaré -yo asentí-. Hasta mañana, linda. Te amo -se despidió. 

- Yo igual -colgué. 

Zayn-.

Bajé a desayunar, ya tenía mi ropa de deporte puesta, me molestó mucho lo que Scar le hizo a mi ventana, pero ya luego lo arreglaría con ella. Estaba desayunando con mis hermanas Waliyha y Safaa. Mi hermana mayor ya se había ido a la universidad así que solo vivíamos nosotros tres en la casa. Yo me encargaba de cuidarlas. Desayunábamos panqueques cuando mis padres mandaron a mis hermanas a su habitación. 

- ¿Pasa algo? -dije limpiándome el rostro con la mano.

- Hijo... tenemos algo que decirte -mencionó mi padre. 

- ¿Voy a tener un hermano? -dije ilusionado y ambos entrecerraron los ojos.

- No -dijo mamá, yo apreté los labios y desvié la mirada-, hablamos con los padres de Scar y hemos llegado a un acuerdo. 

- ¿Cual? -pregunté yo interesado. 

- Ambos pasarán el verano juntos... -yo levanté una ceja confundido-. Nos referimos a que si ella sale a algún lado, tendrá que llevarte y si tú sales a algún lado, tendrás que llevarla. 

- ¿Por qué? -pregunté levantándome algo molesto. 

- Porque es una orden... en esta casa no te enseñamos a odiar a tu prójimo y menos a esa niña tan adorable. 

- ¿Ado... qué? -pregunté-. Papá... me odia.

- Pues eso es lo que queremos evitar... sus peleas han propasado más de la cuenta y lo sabes. Han pasado de un simple "ya no me caes bien" a un "te odio ojalá que te mueras". 

Yo no decía nada, solo observaba el improvisado plan de nuestros padres para reconciliarnos. 

- Muy en el fondo saben que aún existe esa hermosa amistad -yo cerré la mano- esa hermosa amistad que los hizo a ambos cortarse las manos y marcar de por vida la letra del nombre de su mejor amigo. 

- Eso cambió -dije muy seguro. 

- Ninguno de nosotros lo creé -dijo mi madre. 

Miré el suelo y luego de jugar un rato con mis pies y ver todas las posibilidades de escape. Sonreí, sabía que ella sufriría mucho más que yo. Así, que... ¿por qué no arruinarle su verano?

- Bueno -dije con media sonrisa- si ustedes quieren que pase mi verano con ella... lo pasaré con ella. 

- ¿En serio? -preguntó papá. 

- Claro -sonreí. "Sufrirás". 

karmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora