parte 53...

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Nos quedamos serios por un minuto. Me recosté en la cama y él también lo hizo. Miramos el techo y suspiramos al mismo tiempo.

-Solo cuídate... ¿quieres?

- Claro -susurré- ¿por qué nunca me dijiste que tu compañero de casa era realmente agradable y sexy?

- Porque sabía que estarías con muchas ansias de conocerlo, así que mejor te dejé con la duda para que él te conociera primero.

- Sí, y me sorprendió la cantidad de cosas que tú le platicas -dije dándole un codazo.

- Eres mi hermanita, la que me llena de orgullo, ¿qué esperabas? -preguntó y yo sonreí alagada.

- ¿Qué pasó con Anna? -pregunté y noté una sonrisilla traviesa saliendo de los labios de mi hermano.

- Supongo que en su casa -respondió- empacando.

- ¿Empacando? -pregunté curiosa- ¿se va?

- Sí -respondió mi hermano rebosante de alegría.

- ¿A dónde y tú por qué sonríes? -pregunté curiosa, esa sonrisa no era muy normal en él a menos que yo fuera quien la causara- ¡Dime!

- Anna vendrá conmigo a Londres por dos semanas -murmuró y yo sentí como un rayito de felicidad iluminaba la habitación.

- ¡Ah! -grité tirándome sobre él- ¡Qué genial ya tengo cuñada! -dije y él me tiró a un lado.

- No es tu "cuñada" solo es una chica que posiblemente me haga muy feliz si va a Londres conmigo en tres días... dijo que les diría a sus padres y si no la dejaban que se escaparía conmigo pero honestamente, yo me quedaría aquí las dos semanas solo por ella.

- ¡Aw! -dije y lo abracé- ¡Eres tan estúpidamente cursi!

- ¡Cállate! -dijo él riendo- Desearías conseguir a un hombre como yo -dijo haciendo un puchero haciéndome reír.

- No es mentira pero tampoco es verdad -dije sonriendo de lado. Él me rodeó con sus brazos para luego darme un golpe en el hombro.

- ¡Duérmete ya! -pidió y yo sonreí. Joseph me dio la espalda y yo también se la di a él. Abracé una almohada y dejé de pensar en todo lo que me rodeaba. Estaba quedándome profundamente dormida cuando escuché mi celular timbrar. Me enderecé para buscarlo, pero noté que no era en esta habitación.

Caminé cuidadosamente hasta mi habitación y noté que era desde dentro desde donde sonaba. Puse la cara en la puerta y escuchaba aún mi celular con la misma canción de Lies de Mcfly.

Mordí mis labios y temerosa abrí la puerta. Al meter primero mi cabeza me llegó el olor a alcohol y cigarrillo. El olor era tan apestoso y fuerte que me mareó y me obligó a retirarme de la habitación.

Una vez recuperada. Me puse la manga de mi mano derecha en la boca y nariz y entré. Zayn estaba tirado en cama con un montón de botellas a su lado. El cenicero estaba lleno de colillas de cigarros y el encendedor estaba abierto y tirado en mi cama. Molesta me acerqué a él, pero resbalé pues había una gran vomitada allí.

-Idiota -dije molesta, me levanté del suelo y me limpié en el baño. Cuando terminé salí busqué mis tennis. Una vez vestida lo levanté pero él no parecía reaccionar. Le di unas cuantas cachetadas y me di cuenta que su temperatura corporal no estaba bien. Apoyé su rostro en mis piernas y pude ver cómo temblaba incontrolablemente.

- ¿Zayn? -dije asustada. Lo comencé agitar y le di otros cuantos golpes en el rostro. Al ver que no reaccionaba. Fui por algo de agua y le limpié el rostro. Lo levanté como pude y lo apoyé en mis hombros, justo como cuando lo traje del club a mi casa.

karmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora