parte 60...

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Me levanté y él se puso de pie a mi lado. Mordió sus labios y abrió la boca como para decir nada. Tomé su mano y juntos comenzamos a caminar hacia nuestra casa.

- Estás rompiendo mi corazón -murmuró Zayn algo dolido.

- Tú has roto el mío cientos de veces... dicen que el dolor te hace sentir vivo -susurré.

El silencio se apoderaba de nosotros. Él caminaba lento y dolido; yo por mi parte iba tratando de sonreír, pero honestamente no tenía ni una gota de ánimo. Me acerqué a él y lo abracé a mí. Cuando llegamos a la banqueta donde se dividían las casas, él se me quedó mirando. Lo abracé y él me apretó a sí.

- "Te podré odiar más -susurré- pero amarte menos jamás"

Me acerqué a él, poniéndome de puntitas alcancé a estampar mi boca en sus labios y traté de guiarlo en un beso un tanto apasionado pero lleno de sentimientos encontrados. Sus labios estaban temblorosos, llenos de dudas. Mientras que los míos eran seguros e insensibles. Mi hoyo negro en lugar de mi corazón se apoderaba de todo mi cuerpo. Lo le daba cabida a dudas, a sospechas ni a nada más. Cuando sentí que él me ceñía de la cintura y me abrazaba a sí, supe que era suficiente. Acaricié su mejilla levemente y me separé con el otro brazo.

- Adiós -susurré bajito, aún demasiado cerca de sus labios.

Zayn apretó mis manos y no me dejaba irme. Me le quedé mirando y pude ver cómo él estaba a punto de derramar una lágrima.

- No me dejes...

- No lo estoy haciendo -susurré y me acerqué a él- pero lo haré.

Zayn me abrazó y puso su mano en mi cabeza, tratando de hacer que me pegara más a él. Lo apreté a mí y él se comenzó a mover como si quisiera bailar. Me mecí en sus brazos y luego suspiré agobiada.

- Tengo que irme...

- Pero...

- Hasta mañana -sentencié y me separé de él.

Caminé hasta mi casa y entré como si nada hubiera pasado. Todos me miraron expectantes y yo sonreí de lado.

- ¿Veremos películas hoy? -pregunté y todos volvieron a la normalidad.

- Sí, hoy veremos una de miedo... -murmuró Joseph y yo me tiré en el sillón al lado de Anna.

Zayn-.

¿Mi corazón? ¿Su estado? Creo que ya ni existe... simplemente ha muerto. La vi irse, la vi retirarse de mi vida y en ese momento supe que esto no sucedería más. Ella jamás sería mía, pero como lo dijo: "la apuesta seguiría".

Llegué a mi casa y sin mirar a nadie entré a mi habitación. No quería saber nada de nadie, no quería conocer a más chicas, no quería estar con Natalie, nada... yo quería a Scarlett solamente. ¿Cómo hacer para convencerla de que en verdad estaba enamorado?

...

Era de noche y yo tenía en la cabeza demasiadas cosas. Pero en la mayoría de mis pensamientos aparecía Scarlett. Odiaba saber que ella supiera de la apuesta, ahora ni siquiera podía acercarme a ella sin que sospechara que solo lo hacia por cumplir, por compromiso.

Miré mi reloj de pared y eran tan solo las tres de la madrugada. Necesitaba verla, necesitaba estar con ella a toda costa. Salí de mi cama, me puse una camiseta y salí a mi balcón. Brinqué hacia el suyo y abrí la puerta lentamente. Al entrar me di cuenta de que ella ya estaba dormida. Raro, pues cuando era verano dormía hasta tarde. Caminé hacia su cama y me metí entre sus sábanas. Pensaba abrazarla pero sería demasiado atrevido.

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