parte 33..

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Estábamos por llegar a la camioneta cuando ella se detuvo y me detuvo a mí con ella. Me miró y mordió sus labios.

- ¿Alguna vez has pensado en salir con alguien que sea mucho menor que tú? -me preguntó y yo la miré con cierta sospecha.

- ¿Tiene algo que ver eso conmigo? -pregunté y ella asintió tímidamente.

- Pues, nunca lo había pensado... hasta que tú me hiciste dudar -respondí con honestidad.

- Hem... hem... si te pidiera salir, esta noche conmigo, ¿aceptarías? -preguntó jugando con sus pies. Yo sonreí y me acerqué a ella muy lentamente sin dejar de mirar sus mejillas sonrojadas.

- ¿Has tenido un amor de verano? -pregunté y ella negó con la cabeza.

-Nunca me había gustado un chico tan grande y menos como para hacerme pedirle que saliera conmigo el mismo día en que lo conocí -dijo torciendo la boca.

Sonreí y acaricié su mejilla levemente. Me acerqué a ella y besé con cuidado su frente. La abracé a mí, no me importaba mojarme aún más. Pues seguíamos en la lluvia.

-Siempre hay una primera vez para todo, pero quiero decirte que yo no jugaré contigo. No puedo jugar con las mujeres... así que si sales conmigo... quiero que por lo menos dure este verano -susurré.

- Pero yo regresaré a Londres en tres días -susurró mirándome atentamente.

- ¿Qué si voy contigo? -pregunté levantándole las cejas un par de veces. Ella sonrió y negó con la cabeza.

- No creo que a mis padres les agrade la idea de que yo salga con alguien que es cuatro o cinco años más grande que yo... además, Joseph te mataría si se entera de que sales conmigo -murmuró y yo tomé su mano guiándola a la calle principal para tomar un taxi, pues si tomábamos la camioneta, los padres de ella no tendrían en qué volver.

- No creo que Joe diga algo, si no quisiera que saliera contigo no me hubiera dicho que te invitara a salir -sonreí y ella me miró curiosa-. Sí, le dije que me habías agradado demasiado y él me dijo: "Invítala a salir, ya no sale con Logan". Que por cierto, no tengo idea de quién es.

- Oh... él... -parecía que el chico también le traía malos recuerdos.

- No tengo por qué saber eso -dije rápidamente para que ella no se sintiera presionada a contarme o algo por el estilo.

- No supe en realidad lo que pasó -murmuró bajito- lo que sé, es que no terminamos bien.

- Lamento eso -dije mientras apretaba su mano. Ella meneó la cabeza y luego suspiró. Levanté la mano y un taxi se estacionó inmediatamente.

Subimos a este y permanecimos con la mano entrelazada todo el camino. Fue silencioso, tan solo mirando por la ventana y preguntando cosas que eran demasiado comunes para nosotros. Algo como, ¿vienes muy seguido por aquí? ¿Te gusta esto? ¿Te gusta lo otro? ¿Comes hot-dogs seguido? ¿Vienes a Central Park todos los días?

-Siempre había querido subirme a un taxi de estos -murmuró y yo reí.

- Siempre he querido subir a los autobuses rojos que ustedes tanto usan -imité- la verdad es que todo en Londres me da curiosidad. Hasta su forma de vivir... su acento, es tan lindo -dije y ella sonrió apenada.

- No tiene nada de interesante... para mí -admitió- he vivido toda mi vida allá. Pero sería interesante verlo desde otro punto de vista.

Me acerqué más a ella y ella se acurrucó bajo mis brazos. Era tan pequeña, tan dócil, no me imaginaba a ningún idiota dañándola. Como deseaba ser ese maldito Zayn. Él por lo menos la tendría todo el tiempo allá, yo solo tenía tres malditos días para disfrutarla. Gruñí por lo bajo y toqué mi sien tratando de pensar con claridad.

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