parte 10 (#2maraton).

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No lo pensamos... lo sabemos -aseguró Natalie.

- Pero soy Zayn Malik... saben bien que puedo obtener a la chica que quiero cuando yo quiero -dije bastante seguro.

- Mentira -dijo Peter- estoy completamente seguro de que Scarlett no caería en tus jueguitos -esto estaba golpeando mi ego.

- Deja de golpear su ego -reprendió mi ex - si él dice que puede, lo probará.

- ¿De qué hablas? -pregunté.

- Tienes todo el verano para intentar enamorarla, si lo logras... volveré contigo, Peter se callará la boca y tú tendrás la fortuna de decir que ella pagó todas las que te hizo -mencionó acercándose a mis labios- además de que te pagaré con otra forma -susurró muy tentadoramente.

- ¿Quieren que la lastime? -pregunté tratando quitarme este trance que Natalie me provocaba.

- No seas tan duro... -mencionó Hanna.

- Pero...

- De todas formas no creo que ella caiga, lo más probable es que sea él quien termine enamorado de ella -yo lo fulminé con la mirada.

- ¿Quieres ver que puedo? -pregunté y él sonrió.

- Pruébalo -pidió. Mordí mis labios y vi hacia la casona donde estaban los chicos jugando. Esto se volvería un juego realmente divertido. Scarlett pagaría, Peter se callaría y yo volvería con mi amada Natalie. Todos ganábamos.

(Actualidad)

- Caerás lo prometo -dije mientras caminábamos de vuelta a la casa de Harry. Scarlett entró y se fue directa a los brazos de Niall y Harry. Esto será mucho más difícil de lo que pensé, pero no será imposible.

Comienza el juego

Girls Do What They Want - The Maine.

Scarlett-.

Desperté tranquilamente, miré mi reloj y eran las once, casi medio día. Algo sorprendente pues siempre me despertaba más temprano y enojada por culpa de mi estúpido vecino. Fui al baño, me lavé la cara y los dientes. Luego fui a mi balcón y salí a que el sol pegara en mi rostro. Para mi mala fortuna, estaba nublado, como todos los días anteriores. ¿Se habrá ido de vacaciones? Pensé en un susurro.

Regresé a mi habitación. Bajé a la cocina y mis padres desayunaban allí. Yo pegué la cabeza a la mesa y mi madre me puso al lado, un plato con huevos y tocino.

- No tengo hambre -mencioné, dormir tanto me había borrado mi apetito matutino.

- ¿Qué? -preguntó mi padre incrédulo.

- Ayer comí demasiado -anuncié- y hoy dormí demasiado así que no quiero comer.

- ¿Tienes plan para hoy? -preguntó papá.

- Creo que Logan me invitará a comer a casa de su familia -mencioné- tengo que avisarle a Zayn, para que me acompañe.

- Espero eso no le moleste a tu novio -mencionó mi madre mientras se sentaba frente a mí.

- No lo creo -dije en un susurro. Aún estaba adormilada.

Regresé a mi habitación, me di una buena ducha. Luego al salir me puse un vestido blanco largo hasta dos dedos arriba de la rodilla. Estaba hecho de encaje. Mangas corta, un cinto marcando mi cuerpo y Converse. Vestí una pulsera que mi hermano mayor me había regalado antes de que se fuera a la universidad.

Me perfumé y me pellizqué un poco las mejillas con tal de que se me sonrojaran un poco. Me puse un poco de gloss y sonreía ante el espejo. Hoy vería a Logan. Tomé mi bolso, metí mi cartera, mi brillo labial, una navaja, mi celular y mi Ipod.

Bajé las escaleras, me despedí de mis padres y caminé al jardín de al lado. Ya allí toqué el timbre y una de las hermanas de Zayn me abrió la puerta.

- Hola pequeña -saludé.

- Mamá, la chica que no quiere a mi hermano está aquí -gritó y se metió a la cocina. "Genial, ahora mira cómo te reconocen las pequeñas".

Esperé en la puerta por un rato hasta que el señor Malik me recibió. Me sonrió y me dejó pasar.

- ¿Scar, qué te trae por acá? -preguntó.

- Hoy tengo que salir y...

- Oh, pero Zayn está dormido, permíteme llamarle -dijo con media sonrisa y se encaminó a las escaleras.

- Señor Malik, ¿puedo ir a despertarlo yo, como antes lo hacía? -pregunté ilusionada. Casi siempre lo hacía cantándole algo al oído.

- ¿En serio? -preguntó y yo asentí con media sonrisa.

- Está bien... sabes cual es su habitación -yo asentí y caminé bastante decidida escaleras arriba. Pasé tres puertas y llegué a la que tenía una gran Z en la puerta. Miré mi mano y lentamente giré la perilla. Todo estaba calladito, él dormía tranquilamente y se podía escuchar su respiración acompasada y rítmica. Me senté a su lado y cuando iba a comenzar a cantar, cierta área en su cama llamó mi atención, ¿qué era eso que sobresalía entre las sábanas? Cuando examiné bien la situación sentí que mis mejillas ardían y una risa nerviosa quería salir desde lo más profundo de mi pecho. "Por Dios Zayn qué rayos estás soñando" En mi cabeza yo estaba carcajeándome.

karmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora