parte 8.

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Qué quieres? –pregunté sospechando de sus intenciones. 

- En privado por favor –pidió. Miré a todos, Peter y Natalie sonreían, Hanna tenía cara de pujido, pero eso ya era muy común en ella. Me levanté del sillón y caminé detrás de él, rechazando su mano. 

Dimos unos cuantos pasos hacia un árbol cercano y él se paró muy cerca de mí. Yo me moví y di unos pasos hacia atrás. 

- ¿Qué quieres? –pregunté mientras veía mi reloj. 

- Pedirte disculpas –susurró. Levanté la mirada y él me miraba directo a los ojos- Lamento mucho todo lo que te he dicho y lo que te he hecho. No quise de verdad lastimarte y… quiero que me perdones. 

Yo seguía sin decir nada. Esto no era muy normal en él. Tenía el orgullo más grande que cualquiera en este planeta. Pero también sabía que él tenía un buen corazón. Muy en el fondo de ese hoyo negro había restos de algún corazón. 

- ¿Por qué ahora? –pregunté mirándolo fijamente, a mí no me podía mentir y si lo hacía, no mantendría el engaño por mucho tiempo. Lo conocía bien. 

- Porque les conté a Peter y a Natalie el motivo por el que estabas aquí y… todos concordamos a que era lo mejor. 

- ¿Natalie dijo que me pidieras disculpas a mí? –pregunté incrédula- Vamos Zayn, puedes hacer otra mentira un poco más creíble… eso que te lo crea tu nueva zorra Hanna.

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