karma

parte 66..

Minutos antes-

Zayn-.

-¡Cómo pudiste hacer eso! -gruñí- ¡Cómo!

- ¡Callate terminé peor de lo que pensé! -escupió molesta mientras se meneaba al caminar a su casillero.

- Me alegra, al menos hubo alguien que dijo la verdad -dije mirándola fijamente.

- ¿Verdad? -preguntó viéndome y haciéndome caminar hacia atrás- ¿De qué me estás hablando?

- Tú sabes bien a lo que me refiero.

- Ahora resulta que enserio disfrutaste de estar con esa zorrita -murmuró- que bajo has caído.

- Caí bajo cuando pensé que tú eras especial, caí bajo cuando la cambié a ella por ti, caí bajo cuando jugué con su corazón. Eso es caer bajo.

- No trates de hacer que me conduela...

- No, no quiero hacer eso -respondí negando con la cabeza- pero una cosa sí te diré. Scarlett tiene amigos, familia y un novio o algo así, que la apoya no importa lo que pase. Personas como tú y como yo... nos vamos a quedar rogando que alguien como ella nos mire.

- ¿Te incluyes en este pésimo futuro? -preguntó.

- Solo te doy la prueba clara de que ella jamás volverá a estar conmigo y que yo nunca estaré contigo.

- No te necesito -pronunció mientras cerraba la puertecilla de su casillero.

- Que bueno, porque esta es la última vez que te dirijo la palabra -mencioné y me di la vuelta- y cuando quieras consuelo en alguien... no lo busques en mí.

Caminé hacia la cafetería de nuevo para buscar algo qué comer. Estaba hambriento y sentía que en cualquier momento me iba a desmayar. Demasiado estrés por hoy la verdad.

Al llegar noté que no estaría solo. Logan estaba sentado en una mesa tan solo con una libreta, una cámara fotográfica y una pluma en su mano. Tomé unas cosas del menú de la cafetería y me senté una mesa alejada de él.

Cerré los ojos y traté de comenzar a comer con tranquilidad, pero esa tranquilidad se fue cuando Logan se sentó frente a mí en mi mesa.

-No tienes idea de cómo te odio -susurró. Me le quedé mirando y no podía decirle nada que lo consolara.

- Lamento habértela arrebatado -respondí y él resopló.

- Yo confiaba en ti -mencionó y nuestras miradas se cruzaron-. La primera vez que salimos fue cuando te llevó a mi casa, fui un buen tipo y te acogí como si fueras solo su "mejor amigo". En la playa también te traté bien a pesar de que tú me tratabas como a la competencia, cuando yo lo único que hacía era defender lo que era mío.

- Yo no la obligué a dejarte -dije buscando una excusa para que él dejara de hablar.

- No... por eso le "pediste" a Hanna que me llevara al centro comercial donde tú intencionalmente llevaste a Scarlett para que me viera besándome con ella, ¿verdad? -mi respiración se agitó.

- ¿Qué se siente saber que tienes a la chica a base de engaños? -pregunté- ¿Qué se siente saber que la única forma en la que pudiste separarla de mí fue porque alguien más te ayudó?

- ¿Por qué haces esto? -pregunté.

- Porque quiero que veas, que aquí nada está perdido -susurré-. Tú quisiste jugar con ella, y eso no está bien. Pensé que eras un hombre y sabías distinguir entre las muñecas como Natalie y las verdaderas mujeres como Scarlett. Si yo quisiera estaría con Scarlett ahora mismo.