parte 17.

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¿Qué planeas? -preguntó un tanto más seria.

- Necesito alejarlo de ella, así yo podré acercarme más a ella sin que él interfiera -susurré.

- ¿Qué quieres que haga? -me preguntó y yo interesada en el tema- Hago de todo excepto acostones...

- No necesito que vayas tan lejos, con que le robes un beso frente a Scarlett bastará, no lo sé... eres mujer y odias a Natalie, imagina que me quieres arrebatar de los brazos de ella.

- Eso es fácil -dijo ella riendo.

- Genial, entonces haz lo que te pido...

- De acuerdo, mañana pongo manos a la obra...

- Gracias -respondí y luego colgué.

Regresé hacia donde ella se encontraba y terminamos de ver la puesta de sol. Sin duda mañana sería un día difícil, sabía que Hann me ayudaría, pero nunca había visto a una Scarlett de verdad entristecida, así que me estaba arriesgando mucho. Solo esperaba que este plan resultara.

*

¿Como es que tú...?

Zayn-.

Hoy sería el día en que Hanna me ayudaría a quitarme de encima a Logan. Le dije que le pidiera encontrarse con él en el Centro Comercial, cerca del comedor. Ella me dijo que él en un principio se negó muchas veces, pero que cuando le comenzó a rogar aceptó un tanto molesto. Le agradecí a Hanna que hiciera lo que pudiera por convencerlo, hoy se merecía un buen beso.

Entré al balcón de Scarlett y ella estaba frente al espejo probándose un vestido rojo. Se veía extremadamente bien. Su cabello largo caía a su lado y sus labios estaban enrojecidos y con brillo labial. Si había algo que me ponía nervioso en una mujer. Era que tuviera los labios gruesos y adornados con ese brillo labial. Pasaron unos minutos hasta que ella se dio cuenta de mi presencia.

- ¿Hay un evento pronto? -pregunté y ella asintió.

- La graduación de Joseph es en tres días -mencionó con una gran sonrisa- este es el vestido que utilizaré. De hecho así iré... solo que con la basura del maquillaje y algunos accesorios más.

- Luces pasable -dije desinteresadamente.

- Lo sé -dijo ella con media sonrisa; aún admirándose de sí misma. Sabía que si le decía que lucía hermosa me haría su cara de pujido y nuestras peleas volverían a comenzar, pero yo no tenía ganas de hacerla enojar... aún. Menos si lucía tan precioso vestido y desplegaba esa hermosa sonrisa que tanto me gustaba.

- ¿A qué debo tu visita? -preguntó sacándome de mis pensamientos. Me tiré en su cama y suspiré, a lo cual ella ignoró.

- Quisiera ir a dar una vuelta al Centro Comercial, últimamente extraño andar por sus pasillos -admití- mi verano ha sido aburrido aquí en casa a pesar de estar con los chicos la mayoría del tiempo.

- Ya no has cantado -mencionó, cosa que yo pensé que ella preferiría, pues últimamente ya no la despertaba así. Por increíble que parezca ella dormía por mucho más tiempo que yo. A veces me impresionaba su cuerpo, pues la mayoría del tiempo se la pasaba comiendo comida chatarra, durmiendo y no hacía nada tan sano. Pero aún así mantenía un cuerpo deseable, firme y bastante sano.

- No he tenido muchas ganas -admití. Ella se movía de un lado a otro en esos tacos altos, parecía que a ella no le molestasen, pero podía ver cómo luchaba con no caerse frente a mí.

- Es lo que más te gusta hacer, no entiendo cómo es que simplemente lo dejaste así como así -mencionó ella quitándose las zapatillas y volviendo a su altura normal.

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