parte 62...

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Scarlett-.

Salí de la casa de Logan. Necesitaba respirar un poco, él se ofreció a encaminarme pero supo que necesitaba estar sola. Las casas en ese vecindario estaban bastante separadas, así que para la hora en que llegara a la mía, ya estaría oscurecido. Odiaba andar sin capucha, así era la única forma en que me cubría la cabeza y me sentía menos avergonzada en la vida.

Caminaba por una calle desolada cuando vi a alguien conocido para mí sentado en la orilla de esta, con los ojos enrojecidos y mordiendo sus labios. No sabía si acercarme a él o pasar de largo. Verlo tan vulnerable me hizo sentir extraña. Me senté a su lado y él me miró como si viera a un fantasma.

-¿Estás bien? -pregunté y él tragó saliva.

- No realmente -susurró- ¿por qué hablas conmigo?

- Porque estás deshecho y tengo curiosidad de qué te pasó o quién te pateó el trasero -murmuré- quisiera felicitarlo.

- No tienes que ir tan lejos -murmuró Peter- no es nada tan serio. Solo no me siento bien.

- Creí que las piedras no tenían sentimientos -él agachó la cabeza. Suspiré y mordí más mis labios- ¿Quisieras contarme? -pregunté.

- Yo... no creo que sea buena idea -respondió y yo me encogí de hombros- pero te contaré -reí un poco y él a penas levantó una comisura de sus labios.

-Tú sabes que yo nunca he sido muy bueno con las chicas -yo asentí convencida de eso- es que la única forma en que me puedo acercar a una es siendo como realmente soy. Frío, controlador, ególatra... y a ellas les gusta -explicó y era verdad, yo nunca vi a sus novias quejarse de la forma en que él las trataba, sabían que si salían con él recibirían 'cariño a medias'-. El punto es que... encontré a Sue... ella es la niña de mis ojos, la única que me hacía sentir completo, feliz y sincero... ella -miró hacia el suelo y tragó saliva- ella me hacía decente.

Jamás pensé que escucharía a Peter, Peter Montezco, hablar de esa forma acerca de una chica. De hecho pensé que él no se enamoraba de nadie o algo así.

- Es tan hermosa y tan simple -pronunció- es alta de cabello castaño oscuro y ondulado, ojos grandes y marrones, sonrisa enorme y hoyuelos en sus mejillas. No es muy delgada pero tiene un buen cuerpo. Pero eso no la hacía ver tan hermosa o eso no fue lo que me interesó fue... la forma en que ella me habló por primera vez.

-¿Qué te dijo? -pregunté curiosa, sus palabras me parecían por primera vez en la vida tan sinceras.

-Sus palabras exactas fueron: "Deja de ser un idiota, madura y seamos amigos" -rió- en el momento me sentí como con cualquier otra chica, pero cuando le dije que seríamos amigos, ella me sonrió completamente ilusionada -explicó-. Como siempre me porté como con todas, faltaba a mis citas, le decía que iría y no iba. Pero un día, pensé en ir y ella no se presentó.

**Recuerdo**

Caminando hacia la cafetería en la que Sue y yo habíamos quedado en desayunar, me detuve a coquetear con una pelirroja, algo hueca pero bastante bonita. Pasaron los minutos y luego de mirar mi reloj supe que llegaría tarde a nuestra cita. Comencé a correr esperanzado de llegar al menos cinco minutos tarde y cuando entré al lugar no la vi. Primero pensé que ella estaría retrasada, como todas las chicas lo están siempre. Me senté en la orilla de una mesa cercana a la puerta. Para así ver cuando ella llegara.

Esperé durante varios minutos, cuarenta y cinco exactamente. Pero ella no llegó. Le pregunté al señor de la cafetería que si la había visto y él me dijo que ella siempre me esperaba aquí, que se preguntaba también por qué no fue. Un tanto preocupado fui a buscarla a su casa, al llegar toqué el timbre y ella fue quien me abrió.

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