parte 28..

430 5 0
                                    

Sonreí emocionado, me acerqué a ella para por fin besarla y en dos días al volver a Londres y terminar con ella. Me acerqué lentamente y puse mi mano en su mejilla. Ella me miraba con cierto brillo en los ojos, mi corazón se comenzó a acelerar aún más de la cuenta. Lentamente cerré los ojos y pude cerrar mis labios en los de ella.

Carnosos, dulces, deliciosos, rojizos labios. Lentamente, moví mis labios y puse mi mano en su cintura para acercarla más a mí. Ella obedientemente se acercó y yo la así fuertemente. Sus labios eran tan tersos, eran algo que yo nunca había probado, era algo que yo no sabía si deseaba, pero sabían tan bien. A sandía... Mis pensamientos no daban para más que para estar en este momento, disfrutando de semejante manjar. Miel, miel y sandía, solo ella podía darme este placer que yo necesitaba. Jamás pensé que un beso fuera a saber tan bien y me hiciera erizar la piel. Su lengua juguetona se hizo paso entre mis dientes para jugar con la mía. Sonreí triunfante y noté que a ella también le gustaba. Nuestros labios se movían en total sincronía, jamás pensé encontrar a alguien que con tan solo un beso me hiciera enloquecer, ¿por qué? ¿por qué ella podía hacer esto?

- ¡Zayn! -gritaron abrí los ojos alarmado y fue cuando entendí.

- Está por comenzar la ceremonia... ¿podrías por favor bajar de la camioneta ya? -preguntó Scarlett desesperada.

- ¿Qué? -dije confundido. ¿Todo había sido un sueño? Ese magnífico, ese maravilloso sentir, había sido tan solo un sueño.

- Muévete ya -gruñó Scarlett cerrándome la puerta de la camioneta en la cara.

Animal- Neon Trees-.

Estábamos en el área donde sería el gran baile. Los familiares nos encontrábamos en otra parte dividida de los graduados mientras que a ellos les dedicaban las últimas palabras de los maestros. Al terminar, la música comenzó y nosotros nos comenzamos a mover algo incómodos. Los padres de Scarlett tratando de avergonzar a todo mundo abrieron el baile y nosotros nos metimos entre la gente con tal de que no nos reconocieran.

Scarlett se movía en un solo cuadrito, tratando de no parecer tan emocionada por querer bailar. Suspiré y me le quedé mirando a los labios. Esos labios que yo hacía unos minutos había besado, en sueños, pero besado. ¿Será que se sienta lo mismo? Cuando enserio la bese... ¿sentiré lo mismo que sentí cuando soñaba?

Ella me miró y me hizo media sonrisa. No supe cómo actuar que una sonrisilla estúpida salió de mis labios. Ella levantó una ceja y yo sonreí nervioso. ¿Qué demonios pasaba?

- ¿Quieres bailar? -preguntó acercándose a mí.

- ¿Enserio? -dije pues no pensé que ella se acercaría pidiéndome eso.

- Sí, ahora sí es enserio, no como en el club cuando te serví la bebida alterada -dijo y yo me comencé a reír.

- Fuiste mala conmigo ese día -dije con una gran sonrisa.

- ¿Solo mala? -dijo ella ofendida.

- Bueno, fuiste tremenda perra... pero igual aún me sigues agradando -murmuré mientras caminábamos juntos a la pista. Ya había gente así que los señores Bouvier ya no se notaban tanto.

- Tú también aún me agradas... te traje a la graduación porque pues, me ayudaste cuando yo me puse ebria -comentó mientras se comenzaba a mover. Ella bailaba con gracia, lucía bonita, sus pies eran tan ligeros, tanto que parecía volar sobre el suelo.

- En realidad, quien te ayudó fue Niall... no yo -dije encogiéndome de hombros.

- Bueno, pero no sería correcto pasar tres noches con alguien a quien apenas conozco y gusta de mí. ¿Qué tal si en una de esas me agarra ebria y en mi cama? -dijo horrorizada ante la idea. Yo sonreí, Niall no era capaz de hacer nada como eso. Tal vez Harry sí, pero el irlandés por supuesto que no.

- No, Niall no podría -murmuré seguro.

- Bueno, de todas formas confío un poquito más en ti -dijo. Escuchar eso me hizo sentir... feliz, no sé. Pero me dio seguridad de que en algún momento ella caería rendida hacia mí- Eso te hizo feliz, ¿cierto?

- De cierta forma sí, necesitaba escuchar que alguien me cree -admití- jamás pensé que fueras tú la que confiaras en mí.

- Dije que solo un poco, no creo que te puedas aprovechar de mi castidad -dijo encogiéndose de hombros- ¿o serías capaz? -preguntó curiosa.

- No lo sé, ¿me dejarías? -pregunté mientras me acercaba más a ella.

- Yo... no lo creo -dijo aún con la sonrisa.

- ¿Por qué no?

- Porque no eres mi novio -respondió. Buena respuesta.

- Lo sé, pero antes era tu mejor amigo y la cosa no se pondría más complicada de lo que ya está... ¿no sientes atracción por mí? -pregunté y agaché la mirada, de cierta forma estaba tocando terrenos extraños. No sabía qué sentiría luego de que ella me respondiera.

- Honestamente, sí... estás bastante bien -sonreí y levanté la mirada un tanto avergonzado- pero siento la misma atracción por ti que por Johnny.

- ¿Qué? -dije confundido- ¿qué tenemos que ver el uno con el otro?

- Ambos son increíblemente deseables, pero uno es mayor y no podría salir con él, da miedo estar con alguien que ya conoce muchas más cosas que yo; tal vez él sea un experto en muchísimas cosas que yo ni siquiera sé que existan.

- Muy cierto... -dije bailando aún.

- Aunque honestamente me da curiosidad salir con alguien mayor...

- Disoluta, cállate y continua con la comparación -pedí antes de que desviara más el tema.

- Cierto -dijo riendo- bueno, tú también eres increíblemente deseable, lo admito. No estoy ciega -dijo con honestidad, o eso creí- pero eres demasiado egocéntrico. Me daría miedo estar contigo, pues pensaría que nunca te satisfaría o que solo sería una broma barata para compartir con tus amigos.

- Vamos, supongo que serías buena y si no, pues no alardearía de que no lo fueras -ella me miró con media sonrisa y luego me quedé pensando. ¿De verdad estábamos hablando de tener sexo entre nosotros?

- ¿Qué pasaría si terminas enamorado de mí? -preguntó de pronto. Me quedé pensando en la posibilidad.

- No creo que eso sea posible, eres demasiado odiosa como para cambiar mis sentimientos por ti de un rato a otro -ella sonrió un poco- por Dios, no tienes idea de cómo sufro ahora por estar aquí en Nueva York contigo. Debería de estar con Peter o con Natalie divirtiéndome en una playa paradisíaca o algo así.

- ¿Enserio? -preguntó ella curiosa, su mirada y su sonrisa eran tan risueñas que me hicieron decir la verdad.

- No... -admití- la verdad es que como he estado contigo demasiado tiempo. Ya no te odio tanto, pero igual odio cuando me tratas como un perro, pero contra ti, contra tu persona misma, contra tu existencia... no tengo nada. Al contrario, me alegro de haber conocido a alguien tan interesante como tú.

- Zayn, a veces me pregunto por qué es que aún siento cierto tipo de resentimiento contra ti -murmuró ella mientras se acercaba a mí; pues el tono de la música había cambiado de un electrónico a uno calmado, como para bailar lento y juntos. Pasó los brazos por mis hombros abrazando mi cuello y yo abracé su cintura. ...------------→→→→-_-

karmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora