El aire se sentía completamente fresco, había olvidado que estábamos en pleno invierno en California y la verdad que tuve que rebuscar en mis cajas puestas en la parte trasera de mi auto para buscar un buzo que ponerme. Mientras tanto en la radio pasaban Twisted by Two Feet, gran canción para un viaje largo, aunque debo confesar que me recordaba otras cosas. Finalmente me puse mi buzo negro y retomé mi viaje. Mi primera parada fue en una estación de servicio 24 hs para recargar el tanque de nafta y comprar algunas frituras.
-¿Lleno?- me preguntó el joven que atendía. Llevaba su uniforme rojo y blanco con una vicera en su cabeza. Debo decir que a él le quedaba bastante bien ya que no es una prenda de vestir, o accesorio, que tenga estilo.
-Si, por favor- me dispuse a contestar mientras tomaba mi billetera y entraba por la puerta de entrada al buffet.
Tomé un par de papas, dos coca colas, un par de tiras de chicles de menta y un batido de fresa. Cuando terminé, observé un libro de Stephen King en una esquina y decidí llevarlo. No sé cuándo iba a leerlo sinceramente pero por las dudas lo tomé y me dirigí a la caja.
-¿Algo más?- preguntó la chica que cobraba mientras pasaba por el láser cada producto.
-No, sólo eso, ¿puede ponerlos en una bolsa por favor?- dije mientras sacaba la plata de mi billetera. A decir verdad yo ya sabía el precio final a pagar porque como mi dinero era limitado en esos momentos no quise excederme asique me adelanté a sacar lo justo.
-Sí, no hay problema. Su total es de $84,60- mientras disponía mi plata sobre el mostrador, ella guardaba en una bolsa todo menos el batido que lo había tomado yo con antelación.- Gracias por su compra- finalmente dijo y siguió en su mundo. Yo, por mi parte, salí de allí, le pagué al chico que me llenó el tanque y volví a subir a mi coche.
Mi próxima parada era la universidad de San Francisco, a unos 300 km de donde yo me encontraba. El recorrido no se me hizo tan denso ya que iba con la música de la radio y comiendo mis snacks. A medio camino me agarró un poco de sueño ya que me había despertado temprano, asique decidí frenarme y dormir una pequeña siesta. Creo que dormí dos horas hasta que un oficial de policía golpeó mi ventana.
-Señorita, ¿puede bajar el vidrio?- me pidió mientras miraba a ambos lados de la carretera esperando.
-Oficial, ¿ocurre algo?- pregunté un tanto dormida mientras me reponía en mi asiento y acomodaba mi pelo.
-Lamento informarle que no puede estar parada aquí con su coche, debo pedirle que se retire por favor.- no tenía mucha pinta de ser esos oficiales que si no obedeces se enojan y feo. Pero sin embargo decidí obedecer a sus órdenes ya que no quería problemas.
-Por supuesto señor Gómez.- Había leído su pequeña placa. Ricardo Gómez, oficial de la policía n°24.
Acto seguido él se subió en su coche y esperó a que yo me vaya para poder seguir con su día. No tardé mucho en poner en marcha el vehículo pero si me bajé a tirar en unos tachos de basura que había cerca los papeles y restos de comida. Si mis padres vieran el desorden que llevaba ahí dentro me hubieran regañado.
Después de unos minutos retomé mi camino inmersa en mis pensamientos. ¿Qué estarán haciendo todos mis amigos? ¿Y Fernando? Creo que debería llamarlo al llegar, pero tampoco quería molestarlo en sus clases. A la mierda, éramos novios hace más de 4 años, iba a llamarlo aún si tuviera o no clases. También debería llamar o por lo menos textear a mis padres.
Luego de más de 6 horas de viaje finalmente "aterricé" en mi destino, la Universidad de San Francisco, California. Universidad a la que logré ingresar gracias a la media beca que mis padres consiguieron a través de un viejo amigo de la familia. Aparqué en el estacionamiento destinado a estudiantes, me bajé del coche y comencé a bajar mis cosas. Justo vi que pasaba una chica y le pregunté donde quedaba mi residencia, tenía pinta de ya ser estudiante de ahí o por lo menos conocer más que yo.
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Adicta a ti - En Físico
Teen FictionSamanta Wills es una joven universitaria que ha llegado a San Francisco con la meta de obtener su título como Diseñadora. Sin embargo, su vida dará un giro inesperado tras conocer a Derek Sanders, el hombre del que todas sus amistades le aconsejan a...