Adicta a ti - En Físico

Capítulo 4

Hoy no tenía clases tan temprano, lo cual era algo bueno considerando la situación de anoche que no me dejó dormir muy bien. Para eso de la una de la tarde ya me encontraba duchada y metida en un vestido negro a las rodillas y un par de sandalias ya que hoy el clima había decidido estar sumamente caluroso. El negro digamos que no es el mejor amigo de tal clima pero era la prenda más fresca que tenía para evitar sudar como un animal.

Mi clase pasó de lo más tranquila, la verdad que los libros que Luna me había recomendado me vinieron como cereza del postre ya que me ayudaban a entender muchísimo mejor los temas que se dictaban. A eso de las cinco terminé mi turno universitario y me dispuse a buscar un trabajo que me mantenga aunque sea para darme pequeños gustos. Cuando me encontraba en la cafetería del campus leí un cartel que se hallaba colgado en la puerta de entrada, decía lo siguiente:

SE BUSCA MESERA EN EL BAR 640, PRESENTARSE A LAS 7PM.

Asique tomé mi café y rápido cogí mi coche para dirigirme a aquel bar. No conocía mucho pero pregunté por indicaciones a unos chicos que se encontraban en el estacionamiento y fueron muy amables en guiarme. El viaje fue bastante corto, creí que tardaría más pero eso era algo que iba a tener a mi favor cuando consiguiese el puesto ya que me daría tiempo de asistir a todas mis clases y trabajar.

-Buenas tardes- me dirigí hacia unos de los meseros que se encontraba en la entrada, supuse que era el que asignaba los lugares.

-Buenas tardes señorita, ¿en qué puedo ayudarla?- era un chico moreno vistiendo una camisa blanca con corbata negra y un delantal negro, bastante mono y educado, no como otros.

-Vine por el puesto de mesera.- era un poco más temprano pero rogaba interiormente que me dejaran aplicar igual.

-Ah sí sí, pase por aquí- me señalo con la mano dándome el paso y me dirigió hasta una de las oficinas que se encontraban en el fondo, pasando la cocina, la cual debo decir que era bastante amplia y blanca. La limpieza del lugar era impecable. El chico se detuvo en una puerta marrón de madera y llamó dos veces antes de abrirla- Señor Rodríguez, una señorita ha venido por el anuncio.

-Deja que pase- se escuchó la voz de un hombre mayor del otro lado de la habitación.

Luego de que el hombre me dejara pasar, el chico se marchó y me dejo sola con el señor Rodríguez en la habitación. Por inercia cerré la puerta, me acerque hacia el escritorio que había en diagonal y le tendí la mano. Tenía unos cincuenta años aproximadamente, vestía un traje azul marino y su pelo era corto pero bastante canoso. Me estrechó la mano ni bien me acerqué y me dio una señal con la ella para que tomara asiento en unos sillones individuales negros.

-Muy bien, voy a hacerle un par de preguntas antes de comenzar- tomó su computadora y empezó a escribir.- ¿Nombre?

-Samanta Wills- dije algo nerviosa

-¿Edad?- el solo se limitaba a tener los ojos fijos en su pantalla y escribir

-19 años señor.

-Perfecto, supongo que estas estudiando- fue la primera vez que me miró a los ojos.

-Así es, Arte y Diseño en la Universidad de San Francisco- mientras se lo decía, le mostré mi credencial universitaria para darle más credibilidad a lo que respondía.

-Sigamos... última pregunta ¿Por qué le interesa el puesto?- en ese mismo instante cerró su portátil, entrelazó los dedos de su mano y apoyándose sobre su escritorio esperó mi respuesta.

-Para serle sincera, mis padres hacen lo mejor posible para mantenerme dentro de la universidad y me pareció la oportunidad ideal poder colaborar con dinero para mis estudios, es por eso que estoy aquí hoy.- el silencio se apoderó del ambiente luego de responder y solo recé para que lo que dije me diera el puesto. Luego de unos segundos, el hombre se paró y se acercó hacia mí.