Adicta a ti - En Físico

Capítulo 5

Me levanté sobresaltada por una llamada a las 9 am. Cuando vi que era un número desconocido pensé unos segundos si contestar o no pero al final lo hice.

-¿Hola?- pregunté con la voz dormida mientras me levantaba de la cama y me frotaba los ojos.

-¿Sam?- una voz femenina era la que hablaba.

-Sí, ¿quién pregunta?

-Soy Luna, Daniel me pasó tu contacto. Hoy tenemos examen de Moda y Arte ¿dónde estás?- ¡Mierda! Me había olvidado por completo del examen. Rápidamente le contesté a Luna que me había quedado dormida y que ya salía para allá, que me guardara un lugar.

Salí disparada tan rápido de mi residencia que olvidé cambiar mi ropa. Por suerte mi pijama parecía ropa normal ya que dormía en camiseta ancha negra y unas calzas grises, pero yo sabía que era el pijama y eso me incomodaba. Como no tenía tiempo de volver y cambiarme, dejé que nadie se diera cuenta y al cabo de 5 minutos ya estaba en el salón. Por lo visto mi cara estaba algo roja y mi respiración acelerada porque Luna esbozó una pequeña carcajada al verme pasar por aquellas puertas.

-La estábamos esperando señorita Wills- dijo el profesor mientras me fulminaba con la mirada para luego entregar las hojas del parcial.

-Tía estás hecha un tomate- susurró Luna cuando me senté a su lado.

-Ya, ni siquiera me he podido quitar la pijama del apuro- me sentía una inútil pero sólo me concentré en tratar de contestar correctamente las preguntas ni bien me llegó la hoja.

Al cabo de unas horas, el profesor dio fin a nuestras escrituras y nos pidió que al salir dejáramos las hojas sobre su escritorio. Debo confesar que fue más fácil de lo que creí pero no quería ilusionarme demasiado con la nota ya que ni siquiera había estudiado. Mi cabeza estaba tan en otro mundo que no lo había notado hasta ese momento, debía poner todo en su lugar y concentrarme en mi futuro. Al salir, Luna se despidió y se fue a hacer sus quehaceres mientras que yo solo pedía que nadie se diera cuenta de mi vestimenta, sobretodo de que mi sujetador no se encontraba en mis prendas puestas. ¡Idiota que eres Samanta!

Como hoy no tenía muchas clases ya que algunas habían sido suspendidas por razones que desconozco, opté por comprar un snack en una máquina expendedora y sentarme bajo un árbol del campus a ponerme al día con las materias y leer un poco. Escribí un par de ensayos que debía entregar la semana próxima, mandé algunos correos con tareas a entregar y finalmente guardé mi portátil para leer al señor Stephen King. Nunca había leído una historia parecida, sólo estaba narrada por un solo personaje, pero el autor tenía creatividad y la lectura era bastante llevadera lo que me ayudó a comerme unos 5 capítulos de corridos hasta que una sombra humana me distrajo.

-¿Qué lees?- una voz masculina que había reconocido al instante se sentó frente a mí.

-¿Acaso no te enseñaron a leer?- le dije a Derek mostrándole la tapa del libro.

-Pues sí, pero solo quería escuchar tu dulce voz- dijo sacando un libro de su mochila mientras yo ponía mis ojos en blanco.- Permiso, me sentaré aquí a leer.

-¿Orgullo y prejuicio? ¿Qué hace un tío como tú leyendo novelas románticas?- mi cara mostró algo de asombro.

-Se llama estudiar Literatura contemporánea.-alzó apenas la vista para observarme-Nos hacen leer novelas en una de las materias y debo hacer un ensayo sobre el libro.- se notaba en su voz y actitud que no disfrutaba leerlo pero se pasó la siguiente hora callado, sumergido en el mundo de Jane Austen, lo que me dejó un poco tranquila no tener que oírlo para concentrarme en mi lectura.

Pasó una hora que no nos dirigimos ni la mirada hasta que mi celular sonó. Era Fernando.

-¡Hola Sam!- dijo emocionado- Lamento no haber contestado tus mensajes, sinceramente la vida adulta me tiene algo cansado.