Mentiras

Lo que realmente deseaba

—No... no es lo que esperaba, no es lo que quise decir...

Balbuceo sintiéndose tonto, sintió la mirada de Loki sobre el como si lo estuviera evaluando, como si lo juzgara por cada palabra que decía, mordió su labio al tiempo que cerraba los ojos apretando tan fuerte como si con aquello todo se desvanecería.

 Se hizo un nuevo silencio en el que trató de calmar su corazón y organizar sus pensamientos, estaba claro que lo que decía resultaba inútil ante aquel hombre.

 —¿Qué es lo que esperabas entonces?

 Lentamente abrió los ojos sintiendo que esos segundos le bastaron para calmar su ansiedad, tomó aire y lo soltó lentamente.

 —Yo solo esperaba recuperar lo que perdí... Sé que he sido el más grande imbécil que existe en los nueve mundos, la he cagado y tienes todo el derecho del mundo de odiarme... entiendo que no creas cuando digo que te amo, hice todo lo necesario para que lo pienses... pero te juro que de verdad te amo Loki...

 El pelinegro lo veía enojado, en sus ojos podía leer el dolor, pero al mismo tiempo leyó que aun sentía algo por él... quizás en algún lugar de su alma existía una ínfima posibilidad de recuperarlo.

 —Me dañaste Thor... destruiste el amor que pude sentir por ti en el pasado, no tienes idea de lo que he llorado, de lo mucho que me repetí que no eras nada para mí, incluso si veía en mi hijo tu mirada, sabes lo difícil que es amar algo que odias...

—Perdón, perdóname por ser tan estúpido... si hubiera sabido la verdad antes te juro que nunca me hubiera casado, te habría desposado solo a ti, viviríamos reinando Asgard mientras veíamos a nuestros hijos crecer...

 —Mentiras... solo son mentiras... ¿Por qué vienes a mentirme? ¿Qué pretendes con todo eso? ¿Es que quieres robarme la felicidad que he obtenido?

 Vio un momento de debilidad en el pelinegro que aprovechó para acercarse a él, tomó su rostro por los costados, noto la tensión de su hermano, pero no lo liberó de su agarre, necesitaba aprovechar esos segundos de debilidad.

—No miento Loki, te amo... quiero casarme contigo y que volvamos a nuestro reino, ¿Por qué separar a los gemelos?

 —Tengo una hija...

 —Una hija que puedo amar, una pequeña que será nuestra princesa...

Su voz era suplicante, su mirada dejaba ver el dolor que sentía por perder una vez más a Loki.

 —No... no puedo creerte nuevamente, estoy seguro que serías capaz de volver a engañarme, es tu naturaleza Thor.

 —¡Juro que no será así! ¡Te amo, eres mi vida!

Insistió nuevamente esta vez pegando su cuerpo contra el de Loki, aprisionando contra la pared.

 Por toda respuesta Loki se estremeció al sentir nuevamente aquella cercanía que por siglos fue como el aire que respiro, incluso si su corazón se negaba a abrirse, su cuerpo le reconocía y se estremecía ante su fuerte presencia.

 Thor vio cómo se encendían las mejillas de su antiguo amante, este quiso soltarse, pero la pared lo retuvo y el rubio no se lo dejaba fácil.

 —Déjame ir...

 Suplico Loki en un susurro sintiendo que las fuerzas le abandonan.

 —No, no lo haré... te haré recordar nuestro amor...

 Dijo con firmeza acercando su boca a la del chico, al inicio este se resistió, pero Thor buscaba abrirse paso ante su boca, las manos de Loki intentaron apartarlo, pero él lo tomó por la cintura con un brazo mientras con su diestra sostenía el mentón del pelinegro para seguir intentando empujar las barreras que este le ponía, fue cuando Loki sintió que le faltaba el aliento que abrió la boca para tomar un poco de aire.