Mentiras

La mentira que fue real

Han transcurrido casi dos años desde que escuchó aquellas palabras letales, su corazón aún se sobrecogia cuando recordaba esa sentencia mortal.

Supo que seria dificil, mas no imagino cuánto y en verdad el cáncer la estaba devorando con avidez, no existía un dia en el que su cuerpo no doliera, aquel fuego interno provocaba que se retorciera en agonía y por unos segundos deseara la muerte... Después recordaba al pequeño que la llamaba mamá, eso le inyectaba nuevas fuerzas para soportar su suplicio.

«Ni siquiera son dos años y siento que me muero... no, no... ¿que sera de mi bebé? De mi amado esposo ¿Por que la vida es cruel conmigo? Lo unico que desee con todo mi ser era poder formar una familia con Thor ¿Acaso fue tan malo?» pensaba Jane mientras sentía como sus entrañas se quemaban, últimamente el medicamento no surtía el mismo efecto.

Thor, preocupado fue hasta su esposa sosteniendole en brazos, amoroso la estrechó contra su pecho, supo que no podía aliviar el dolor que ella atravesaba pero al menos buscaba que ella supiera que estaba a su lado.

—Soy horrible...

Murmuró ella recordando su demacrado rostro, la palidez mortecina de su cuerpo y que donde antes lucía una bonita cabellera ahora no quedaba nada.

—Sigues siendo la mujer más hermosa que existe Jane.

Thor le tomó con cuidado por la barbilla elevandola para que lo viera. El rubio observo el rostro de la que por casi cinco años ha sido su esposa y madre de Sleipnir, quien acababa de cumplir sus primeros cuatro años de vida. El menor desde que su madre enfermó dejó de ser travieso y bromista, tampoco se montaba los berrinches con los que antes fue conocido, ahora era más retraído. El pequeño buscaba estar al lado de su madre la mayor parte del tiempo y trataba de mostrarse tranquilo cuando esta sufre por el dolor que la enfermedad le causaba.

Sin duda Thor estaba orgulloso de su pequeño, él amaba a su hijo y a su esposa en esos años llegó a amarla, ciertamente en sus pensamientos aún existía un cariño especial por Loki quien fue su primer amor, su primero en casi todo pero fue Jane quien se convirtió en su esposa y lo hizo padre.

En ocasiones se preguntaba donde estaba Loki y el porqué huyó sin decir absolutamente nada, era como si se hubiera evaporado o peor, desaparecido de la faz de los nueve mundos. No es que estuviera pensando en serle infiel a su esposa, solo mantenía un lugar especial en su corazón para su amado hermano.

—Thor... puedes llamar a Sleip, deseo abrazarlo antes de que me sea imposible hacerlo.

Susurro ella sintiéndose agotada, el dolor era terrible pero el agotamiento físico y mental a veces eran más fuertes.

El hombre obedeció saliendo en busca de su hijo mientras ella continuaba en cama.

Una vez a solas comenzó a llorar llena de rabia e impotencia.

«Te maldigo Loki, te maldigo por haber intentado robarme a Thor, pero te estoy agradecida por darme la familia que ahora poseo» pensó recordando como ella triunfó sobre su rival arrebatando lo que una vez le perteneció.

Al instante una nube oscura cubrió su rostro, recordó que este no era desdichado, mucho menos lloraba por Thor pues este tenia a su lado a aquel castaño.

«Maldito seas... ¡Te detesto con todo mi ser, desearia que estuvieras muerto o llorando de dolor! Pero en su lugar estas disfrutando de la vida, no lloras a tu hijo "muerto" no extrañas al hombre que dijiste amar... todo porque has hecho tu vida con aquel hombre» sintió una nueva oleada de calor en su interior pero esta no era provocada por el cáncer sino por el coraje de recordar la última vez que fue a Midgar, nuevamente se cruzó con su enemigo quien no se percató de su presencia, este iba acompañado de Bucky y en brazos llevaba a su hija, al verlo tan dichoso ella sintió cólera por no verlo devastado. Sintió que lo odiaba más que antes, aquel hombre rehizo su vida y poco importaba si ella le quitó a su amante y le robó a su hijo, él era feliz mientras ella iba muriendo lentamente.