Una desagradable realidad

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Loki observaba en silencio al rubio, que a su vez lo miraba sin saber cómo romper el hielo.

Minutos antes un gran secreto se desveló dejando a todos sorprendidos, Loki entendía que su vida no volvería a ser igual y si no fuera porque Thor tenia en su poder a uno de sus hijos, del cual por cierto desconocía su existencia hasta ahora. Si no fuera por ese pequeño, no estaría ahora junto a él en esa habitación.

Steve fue quien sugirió debían hablar en privado, lejos de los menores que no comprendían la situación. Bucky iba a ir tras su pareja pero fue Tony quien colocando una mano sobre su hombro negó con la cabeza.

Aquello disgusto a Bucky pero nuevamente el rubio intervino, lo convenció de que en ese momento lo correcto era que aquel par hablara por el bien de los niños.

«Estaré bien, querido» había dicho Loki acariciando su mentón y depositando un tierno beso en sus labios, esa pequeña acción tranquilizo un poco al castaño. «Cuida a nuestros pequeños, volveré enseguida» murmuró alejándose del grupo.

Thor observaba aquellas acciones con cierto desagrado, hasta ahora volvía a ser consciente de su hermano, de que de alguna manera ambos poseían un vínculo muy fuerte que antes no conocían.

Los gemelos fueron llevados a habitaciones separadas, por un lado Fenrir fue llevado a su cuarto mientras Sleipnir fue puesto en un cuarto de visitas, Steve consideraba que de momento lo ideal era que los pequeños no supieran la verdad, temía que a sus cuatro años no comprendieran la magnitud de la situación.

Tony cuidaba del pequeño Peter que no dejaba de preguntar por su primo, a lo que su progenitor cariñosamente buscaba la manera de distraerlo con juegos infantiles, no era complicado que un pequeño de dos años perdiera la noción del tiempo entre juegos.

En la sala aguardaban Bucky y Steve, la bebé dormía en los brazos de su padre quien la cobijaba protector.

—Intenta relajarte un poco...

— Eso trato Steve, es la primera vez que siento que todo lo que me importa está por desvanecerse...

— ¿De qué hablas? Loki te ama, tienen una hija...

Antes de que continuara fue interrumpido por Bucky quien dejó ver un rostro acongojado.

— ¡Ellos tiene dos! ¿cómo puedo competir contra eso?... —hizo una pequeña pausa antes de proseguir— Loki hasta ahora no me ha dicho que me ama, sé que me tiene un gran cariño pero esa palabra aún no ha sido dicha.

Steve lo observa intentando pensar qué decir.

— ¿Necesita decirlo? ¿Es enserio Bucky? ¡Vamos! — exclamó poniéndose de pie— Se entrego a ti cuando su corazón estaba deshecho, confío en que tu no lo traicionaras, tienen una hija preciosa, su hijo te ve como un padre, cocina para ti y hacen actividades propias de gente corriente, por si fuera poco... ¡Se van a casar! Si eso no grita te amo, entonces no se que lo hará.

—¿De verdad lo crees?

Steve rodó los ojos imitando una expresión al estilo Stark.

—¡El hombre es tímido! Quizás espera el momento adecuado para decir que te ama, pero confía en mi amigo ¡Te ama! ¡Nadie mete a su vida a una persona de la manera en que lo ha hecho él contigo!

Bucky dejó ver una recobrada autoestima, se sintió animado ante las palabras de su mejor amigo.

No fue hasta que Loki se sintió incómodo con aquel silencio que decidió romperlo.

— ¡Quiero que me devuelvas a mi hijo!

Exclamó con firmeza, no estaba dispuesto a negociar con aquel que le robó una parte de su alma.

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