૮ ྀི◞͈ ˔ ◟͈ ྀིა 𓈃 𝐬𝐭𝐚𝐲 𝐰𝐢𝐭𝐡 𝐦𝐞 ✦
𐄹 𐀔 ㅤ๋ ۪ 𝖻𝖾𝗂𝗇𝗀 𝗍𝗁𝗂𝗌 𝘆𝗼𝘂𝗻𝗴 𝗂𝗌 𝗮𝗿𝘁 ✧
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en el que ____ conoció a james cuando le asignaron su equipo del team rocket, y s...
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El clima ese día era gélido. No de sobremanera, pero si algo fuera de lo normal. Suponía que se debía a que ya estaba atardeciendo. Una niña de cabello negro vistiendo un suéter gris azulado se encontraba bajo un árbol, leyendo tranquilamente. Tenía aproximadamente unos once años.
Sus ojos leían las palabras que estaban escritas en el papel por mero aburrimiento, sabiendo perfectamente que podría usar esas horas libres en descansar o simplemente dormir.
Hubiera continuado su lectura si sus oídos no hubieran logrado escuchar un llanto. De inmediato, y como cualquier persona normal haría, se alarmó al escucharlo. La niña corrió hacia el lugar del ruido, no sin antes guardar su libro en su mochila y colgar esta en su espalda.
Cuando llegó, vio a un niño llorando en el suelo. Usaba ropas raras, al menos para ella. Se parecían a las que frecuentaba un niño de buena familia, con estatus respetable en la alta sociedad. Inmediatamente, bastante alarmada, se acercó.
—¿Estás bien? — se arrodilló a su lado, poniendo una mano en su hombro izquierdo.
El joven la miró con sus ojos inundados en lágrimas.
—Sí, estoy bien, es solo que... creo que me rompí el tobillo.
La niña frunció el ceño. Puso su mano en su tobillo, presionándolo un poco, cuando el niño dejó escapar un quejido.
—Sí, creo que está roto... — murmuró. El joven la miró aún más preocupado. — Te llevaré al hospital más cercano. Sea un hospital normal o un Centro Pokémon te atenderán, ¿sí? Vamos.
Envolvió el brazo derecho del niño en sus hombros y colocó su brazo en su cintura para poder llevarlo.
—Muchas gracias, en serio...
—No te preocupes, es lo menos que puedo hacer.
Se sonrieron mutuamente.
Estuvieron unos 10 minutos caminando. Para ese punto la joven se estaba cansando, porque básicamente tenía todo el peso del joven sobre sus hombros. Tenía los párpados entrecerrados por el cansancio, pero los abrió bruscamente al ver un edificio muy parecido a un Centro Pokémon a corta distancia de ellos.
—¡Mira, llegamos a un Centro Pokémon!
Avanzó un poco más rápido, aún cuidándose que el joven no se lastimara más. Al entrar, dejó que, ahora sí, todo el peso del contrario cayera por completo en su hombro.
—¡Hola! — llamó la atención de un par de enfermeras que estaban conversando en la recepción. — ¡Necesito ayuda aquí!
El par tomó al peli-lavanda y se lo llevó para atenderlo, no sin antes notar que el chico la miró y susurró algo. Sospechaba que probablemente fue un «gracias», debido al movimiento de sus labios y el tono de voz que usó.
Después de una media hora, le informaron que con el tratamiento adecuado, debería estar bien en unas 6-10 semanas, máximo. Se pasó ambas manos por el rostro. No creyó presenciar todo eso en un día tan normal como el que se pronosticaba.
Se dirigió a la puerta dispuesta a salir, ya que ya había cumplido su labor, pero aquel chico la detuvo.
—Espera... — alzó la voz para llamar su atención. La chica lo miró, se asombró un poco al ver que él estaba apoyado en unas muletas. — ¿Nos volveremos a ver algún día?
La joven sonrió.
—Claro que sí, te lo aseguro... — y se fue por la puerta, emprendiendo el camino nuevamente.
Ella no dejó de pensar en aquel joven en lo que restó del día, cuestionándose si estaría bien. Se fue de aquel Centro Pokémon con la promesa de un próximo encuentro.
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