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—Silenciosos como un ratón

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—Silenciosos como un ratón... — pidió caminando de puntillas, en medio de toda la oscuridad. Esperaba con toda su alma no tropezarse.

Básicamente habían oído de un centro de crianza de Pokémon, así que por eso estaban ingresando al lugar, el cual estaba bastante oscuro y corrían el riesgo de caer. Su idea había sido suya realmente.

—¡Esto es muy emocionante! — chilló James en silencio, con sus ojitos repletos de estrellas.

Fue golpeado por Meowth para que se callara segundos después.

—Guarda silencio, «James Bond». — se burló, observando al susodicho tumbado en el suelo.

—Déjenlo ser feliz. — le defendió, intentando ayudarle a ponerse de pie, como comúnmente solía hacer. Lo tomó de la mano y lo jaló hacia arriba. James se puso de pie y le susurró un gracias antes de que ella lo soltara, eventualmente volviendo a lo suyo. — De entrada la idea de venir aquí fue excelente. — admitió algo extrañada.

Era raro que casi no tuvieran complicaciones al ingresar.

—¡Les dije que este lugar estaría atestado de Pokémon! ¡Si los robamos a todos eso nos hará quedar bien con el jefe!

—Qué bueno, porque nunca hemos quedado bien. — dijo frustrado.

—Lamentablemente para ustedes es cierto.

Unos minutos después de estar buscando formas de abrir las jaulas de los Pokémon, nada daba resultados, hasta que James encontró un clip y aquello le dio una gran idea.

—Esta técnica me la enseñó un primo que era ladrón. — explicó mientras forzaba la cerradura, con ese clip que abrió y lo convirtió en forma de llave.

—¿Y cómo se llamaba? ¿«Ned Kelly»? — preguntó frunciendo el ceño, James rió suavemente.

—¡Oigan!

Los cuatro soltaron un gritito que resonó en las paredes, cayeron al suelo y se dieron la vuelta aterrados mientras sentían un escalofrío recorrerles el cuerpo. Afortunadamente tan solo eran los tontos, más el fotógrafo llamado Todd Snap que los acompañaba.

—¿Qué hacen ustedes aquí? — preguntó el de cabello rizado, ____ gruñó.

—¡Creo que podemos hacerles la misma pregunta!

—¡Bajen la voz, nos meterán en problemas! — exigió Ash en voz baja.

—¡¿Cómo lograron entrar aquí?! ¡No me digan que también son ladrones! — musitó con burla, señalándoles con el dedo índice.

—¡Más les vale que no invadan nuestro territorio!

—¡Siempre supe que no podía confiar en ustedes!

✓ STAY WITH ME, james.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora