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Muchas cosas habían pasado en esos últimos años, como que Ash había viajado a Hoenn y Sinnoh, sin éxito en tratar de ganar las competencias para coronarse como campeón de esas regiones

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Muchas cosas habían pasado en esos últimos años, como que Ash había viajado a Hoenn y Sinnoh, sin éxito en tratar de ganar las competencias para coronarse como campeón de esas regiones. Había cambiado también de compañeros, dejando a Misty atrás.

En Hoenn habían sido una niña castaña llamada May, su hermano menor de lentes Max y Brock. Este último también lo acompañó en Sinnoh, solo que se les unió una chica de cabello azul llamada Dawn, dejando a los otros atrás.

Actualmente se encontraba recorriendo Unova, con Iris, una morena de cabello largo de color morado, y Cilan, un chico de cabello y ojos verdes. Todos fueron igual de revoltosos que los compañeros originales del entrenador.

Mientras que ellos habían ascendido a un rango mayor, vistiendo un uniforme negro en vez de blanco como antes. Sus personalidades también habían cambiado drásticamente, se habían hecho más serios y calculadores, justo como ella. Y la verdad es que no le gustaba.

Pero ya era hora de madurar, después de todo. Dejó de hacer los chistes que empezó a hacer por tenerles confianza y simplemente se dedicó a observar todo en silencio, aunque extrañaba que perdieran el tiempo en tonterías, solo porque así parecían ser más felices y no teniendo tanta responsabilidad sobre sus hombros.

O más bien, extrañaba a James. El James que había conocido que era amable y gracioso, haciendo chistes cada 2 por 3. Actuaba tan serio que extrañaba a su viejo yo, pero también le parecía extrañamente atractiva esa nueva faceta.

No sabía porqué sentía eso en su pecho al verlo tan recto, tan callado, como si su naturaleza fuera esa en verdad. Era como si empezara a gustarle.

—Steven para mí y N para ti.

Sacudió la cabeza, saliendo de su ensoñación. Se giró hacia ella, exaltada por su comentario tan ridículo.

—¡¿Y por qué?!

No le importaba en lo absoluto ese chico, ni porqué Jessie lo había elegido para ella. N Harmonia tenía cabello verde largo, un aura misteriosa rodeándolo, y al parecer tenía la habilidad de comunicarse con los Pokémon. No podía negar que el de peli-verde era atractivo, aunque eso sí, no era alguien con quien saldría.

—Sinceramente, es más tu tipo. Callado, soso, guapo.

—Que yo sea así no significa que me gusten de igual manera.

Como se había hecho costumbre, James se había mantenido callado, viendo por medio de los binoculares al chico peli-verde del que hablaban. Se re acomodó en la gruesa rama del árbol en el que se encontraban para espiar a los torpes, intentando no caer.

«A ____ le gusta la gente seria, no la gente infantil».

No sabía porqué ese comentario de parte de su compañera peli-magenta le había afectado tanto. Seguía resonando en su cabeza a pesar del tiempo y los cambios por los que habían pasado. Se encontraban peleando sobre la recién llegada, por haberlos salvado sin, según él, ser necesario después de que casi los mandaran a volar de nuevo, y ella, por el enojo de que fuera tan malagradecido.

Eso que dijo era algo que ya sabía, pero lo hizo reflexionar bastante.

Quería agradarle a su compañera, pero ¿tal vez no lo hacía? Ella siempre había mantenido su distancia específicamente con él. A pesar de que le había regalado aquel collar hace tiempo, no parecía haber hecho mucha diferencia.

Quería ser su amigo. Que si alguno de los dos necesitara algo en algún momento, ser escuchado o necesitar un favor, tuvieran la confianza de acercarse al otro. Quería llevarse bien, porque ella sí que le agradaba, a pesar de su personalidad cerrada y algo sarcástica.

Entonces, al recibir aquel ascenso y cambio de uniforme, se dispuso a copiar su personalidad. No es como si le resultara tan difícil después de todo. También le había servido para atrapar uno que otro Pokémon y entregárselo a Giovanni. Las cosas habían mejorado, pero a la vez no. No había visto cambio alguno en su compañera, solo que se había hecho más seria que de costumbre y la había atrapado mirándolo una que otra vez.

Quería ser alguien serio y no alguien infantil, justo como Jessie había dicho. Y lo había logrado.

Sin embargo, había notado que su compañera tan solo se había cerrado más ante ese cambio de actitud. Si antes no solía hablar, ahora solo lo hacía si era sumamente necesario. Era preocupante.

Pero ya se había metido en eso, ya no podía echar por tierra lo que había logrado.

Sintió una presión en su pecho al oír a Jessie insinuando algo entre ____ y el tal N. El solo hecho de imaginarlos juntos era repulsivo, no encajaban a pesar de tener la misma personalidad.

O al menos, él no quería que encajaran.

—Jessie, basta de tonterías. — habló con una voz ronca que estremeció a ____. — Tenemos que seguirlos.

—Como quieran. — se encogió de hombros, restándole importancia.

✓ STAY WITH ME, james.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora