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Extrañamente, los días habían ido bastante bien desde que se propusieron dejar de lado sus actividades delictivas

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Extrañamente, los días habían ido bastante bien desde que se propusieron dejar de lado sus actividades delictivas. Se basaba en ir a trabajar en su puesto de malasadas, regresar a la hora que querían a la cueva y dormir. Eso había hecho que todos anduvieran de mejor humor.

James había recuperado la inspiración que tenía para hacer comentarios chistosos, haciendo los días como un cuento de hadas por su risa melodiosa. Incluso Jessie y Meowth sonreían al escucharlo tan animado.

Se había dedicado a limpiar la cueva y su cuartel encima de esta, siendo que por tantas misiones no había tenido tiempo para hacerlo. Trapeaba, pasaba trapos por las superficies polvorientas y lo sacudía con un plumero doméstico.

Maldita sea. Querían dejarlo todo atrás para hacer una nueva vida.

Lo iban a hacer. No había forma de que siguieran así.

—He estado pensando en entregar a Giovanni...

James la volteó a ver, perplejo por lo que había dicho. Luego miró a todas partes, como si hablaran de un tema tabú y no pudieran ser descubiertos. Se inclinó hacia ella para susurrarle.

—¿Qué?

—¿Recuerdas que tenía contacto con el Detective Handsome? Sí que podría hacerlo.

El chico desvió la mirada, apretando los labios. Era claro que la idea no lo convencía. Si de alguna forma su jefe lograba huir de la Policía Internacional y descubrir que ellos lo habían traicionado, iría por ellos. Los dañaría sin dudarlo. No valía el riesgo.

—No quiero que pase nada malo, o más bien, que te pase algo a ti...

Sin poder evitarlo, esbozó una sonrisa por su preocupación hacia ella, tomándolo de la mejilla para confortarlo. Alzó su barbilla para que la mirara, encontrándose con sus ojos esmeraldas.

—No me iré a ninguna parte.

—¿Sostendrás mi mano mientras lo haces?

Era tan emocional, debía tener algo de autocontrol para no hacerla dudar. Pero necesitaba dejar sus preocupaciones de lado para que no le doliese.

—Por y para siempre, James...

—Eres lo único que necesito. Quiero que sepas que en todo caso tienes mi apoyo, es hora de que alguien lo encierre...

—Pues contigo me basta. Igualmente, hay que hablar con Jessie y Meowth.

Ambos asintieron. Se tomaron de las manos, entrelazando sus dedos entre sí para caminar hacia la puerta. Del otro lado se encontraban sus compañeros, donde serían bombardeados por la sorpresa que les dejaría la idea tan loca que había llegado a la cabeza de la chica. Pero no importaba. Mientras James estuviera a su lado, todo estaría bien.

✓ STAY WITH ME, james.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora