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Se tomaron un tiempo de estar persiguiendo a Pikachu y solamente se concentraron en robar otros Pokémon, y de hecho les sirvió

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Se tomaron un tiempo de estar persiguiendo a Pikachu y solamente se concentraron en robar otros Pokémon, y de hecho les sirvió. Resultaba que si no hay niños molestos cerca, podían tener éxito sin ningún problema.

Se encontraban transportándolos en un camión en dirección al cuartel, en la parte de atrás estaban siendo vigilados por Jessie y Meowth. James estaba conduciendo y ____ estaba en el asiento del copiloto.

A decir verdad, el ambiente entre ambos se sentía algo incómodo sin razón aparente. Era sofocante y eran de esos en los que le daban ganas de saltar por la ventana para ya no estar ahí.

—No sabía que sabías conducir. — empezó ella, con su dedo índice sobre su cien y su codo recargado en la puerta.

Su voz era tranquila, como si no estuviera completamente fastidiada por haber estado más de tres horas sentada, y las que faltaban.

James sonrió suavemente. — Aprendí en los entrenamientos.

Ella asintió ligeramente con la cabeza.

—Bueno, manejas mejor que yo, eso tengo que admitirlo. — esbozó una sonrisa a medias, mirando el suelo. Instintivamente, James desvió la mirada del camino para mirarla. Los hoyuelos de la joven se remarcaban en su rostro de manera adorable ante sus ojos, por ello se ruborizó visiblemente. Fue casi inevitable quedarse embobado mirándola. Pero de pronto, su expresión cambió. Parecía aterrada, lo opuesto a como estaba hace unos momentos. — ¡James, cui...!

Pero por estar demasiado distraído contemplándola, accidentalmente se salió un poco del camino y chocó contra un árbol. Lo único que les salvó la vida fue que traían el cinturón puesto.

____ se quejó muy sonoramente, gruñendo. Mientras que, James quedó demasiado desorientado al intentar suavizar el golpe con sus manos.

—¿Estás bien...? — alcanzó a murmurar, fuera de sí.

—Sí... — la joven se desabrochó el cinturón y cayó al suelo por la pérdida de fuerzas, gimió del dolor cuando se golpeó contra el suelo de metal. Aún así, se reincorporó, hizo un esfuerzo grandísimo para desabrocharle el cinturón y ayudar al peli-lavanda a salir. — Ven, te ayudaré.

Pasó su brazo por detrás de su cuello y lo atrajo abrazándolo de la cintura.

—Muchas gracias, en serio... — ella desvió la mirada con una sonrisa, negando ligeramente con la cabeza.

—No te preocupes, es lo menos que puedo hacer. — se sonrieron mutuamente.

¿Por qué le daba un déjà-vu...?

Eso ahora no importaba. La prioridad era buscar a Jessie y Meowth, salir los cuatro de ahí sanos y salvos, y finalmente analizar la situación para ver cómo demonios saldrían de esa.

✓ STAY WITH ME, james.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora