✓ STAY WITH ME, james.

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Ninguno le dijo a sus compañeros lo que habían hecho. Era claro que era un acuerdo tácito y que debía quedar entre ambos, siendo que se trataba de algo muy delicado como para ser compartido como si nada.

También habían comenzado a evitarse entre sí. No llegando al punto en que no se hablaban, pero habían tomado su distancia con el otro por no ser capaces de dejar de lado lo sucedido. Había sido tan mágico y tan íntimo que no sabían cómo mirar al otro a la cara.

Se habían desnudado frente al otro, habían hecho el amor. Eso debería ser prueba suficiente de lo que sentían. Pero tan solo los hizo sentirse más inseguros.

Por supuesto que Jessie y Meowth lo habían notado, pero habían hecho un pacto que se basaba en no meterse en los asuntos personales de la pareja, por mucho que sus instintos los orillaran a intervenir. Era algo que habían aprendido desde que la última vez, ____ se enojó bastante con ellos por tratar de juntarlos. Tardaron bastante en que los perdonara, siendo que era siempre necesitaba tiempo.

Y, como no era su problema, Jessie insistió en ir a una tienda para comprar ropa. Parecía que iban a tener que cargar varias bolsas. Para no estar cerca de James, se dispuso a ir a la otra parte de la tienda para ver cosas. Sintió que el chico la siguió de cerca, manteniendo su distancia para que no se diera cuenta. Pero lo había hecho.

—¿Estás bien?

Se tensó al escucharlo, pero trató de mantener la calma. No podía dejar que viera lo mucho que le había afectado, lo mucho que se había metido en su cabeza.

—Sí... siéndote sincera, algo inquieta.

—Yo también, pero... ¿no vamos a terminar por esto, o sí?

Giró la cabeza para mirarlo, incrédula. James se encontraba haciendo un puchero con los labios, notablemente entristecido por la idea. Se sintió culpable por pensar en que James pudo haber estado cargando con su rechazo, llegando al punto de imaginarlos rompiendo.

—¿Por qué deberíamos de hacerlo?

—No me has hablado desde que... ya sabes. Temía que quisieras tomarte un tiempo.

—Y sí, lo necesitaba. — se limitó a decir, sin querer darle muchos detalles de la realidad.

—Pero ¿sí estamos bien?

Le sonrió, asintiendo con la cabeza. — Claro que sí, mi pelos de escoba.

Se sintió bien que lo llamara así. Se sintió bien que le sonriera. Se sintió todavía mejor ver los hoyuelos que se le remarcaban en el rostro. La besaría apasionadamente si no le diera vergüenza darle afecto en público.

De camino a la cueva, pasando por la orilla de la playa, James vio a un Frillish hembra en la orilla. Se dispuso a atraparla, cuando Mareanie le atacó, enfurecida y llena de celos. Eso provocó que la Pokémon huyera despavorida. Con nerviosismo, se convenció de que había sido lo mejor que no hubiera visto lo que habían hecho.