✓ STAY WITH ME, james.

037

Por órdenes de Jessie, se tomaron el día libre. Por fin pudieron experimentar la magia de Alola en todo su esplendor, del sol, la arena y el mar. Después de ponerse bloqueador solar, se recostaron en unos camastros en traje de baño, disponiéndose a estar el resto del día sintiendo su piel húmeda por el agua salobre enrojecer.

Era casi como un sueño, como estar de vacaciones sin ninguna preocupación que no fuera donde cenarían esa noche. Conociendo sus bolsillos, no tendrían tanto dinero, así que probablemente comerían bayas que Bewear les recolectase.

Se encontraba con los ojos cerrados, concentrada en el sonido de las espumosas olas chocando contra la orilla, cuando oyó un jadeo ahogado cerca suyo. Específicamente frente suyo. Abrió un ojo, buscando verificar que no hubiera nadie.

Y sí era alguien, pero no cualquier persona.

Sino su persona.

James, cuando escuchó un chillido de emoción de parte de su pareja, abrió los ojos. Se la encontró abrazando cariñosamente al chico que reconoció por habérsele acercado cuando estaban en Unova, en medio de la operación del meteorito. Era un peli-negro que sonreía de oreja a oreja, sin soltar a la chica.

No sabría explicar cómo se sintió al verlos. No se consideraba alguien celoso, en verdad confiaba en ____ y la conocía lo suficiente para saber que nunca le haría daño intencionalmente. Pero la presión en su pecho, que oprimía dolorosamente su corazón, era una incongruencia que, para él, no tenía arreglo.

—¡Chase! ¡Estás aquí! ¿Por qué...?

—Es una larga historia, pero en resumen, me estoy tomando unas vacaciones. — se rascó la nuca nerviosamente. Cuando su mirada se fijó en él, sonrió. — ¿Ellos son tus compañeros?

Los tres se levantaron de los camastros y se pararon junto a él.

—Sip. Ella es Jessie, mi mejor amiga. Meowth, mi amigo más íntimo además de ti. Y James, él es mi novio.

Pudo ver que se sorprendió por lo que dijo, pero no demostró molestia alguna. Es más, hasta su sonrisa se ensanchó, si es que eso era posible.

—¡Mucho gusto! Mi nombre es Chase, conozco a ____ desde la infancia.

—¿Sí...?

—Sí. Podemos hablar de eso, si quieren.

—Bueno... está bien.

Les contó su historia. Que ella fue entrenadora Pokémon, que perdió la liga, que por eso huyó de casa y que no se habían visto desde entonces. Hasta la operación del meteorito, por supuesto. Contaron anécdotas entre risas, mientras que él no rió en absoluto por estar siendo engullido por una gran ira.

Fue tanta su seriedad, que incluso ____ lo notó, y le cuestionó el motivo cuando llegaron a la cueva de Bewear, guardando lo que habían llevado a la playa. Había pasado el día entero riendo con Chase, que lo había dejado de lado sin querer.

—¿Estás bien?

—Sí. — respondió, tajante.

—Por favor, ¿estás celoso? ¿Algo que hice te molestó?

—No.

—Con ese tono que estás usando es un sí. Te lo pregunto de nuevo, ¿estás celoso?

Se giró hacia ella, frunciendo los labios. Sin que pudiera evitarlo, la tomó de la cintura y la apegó a la pared sin cuidado algo. La respiración del peli-lavanda era pesada e irregular, parecía que la había estado reteniendo.

—¿Sabes qué? Sí, estoy celoso, estoy demasiado celoso. Me molesta que te conozca tan bien, que te conozca desde hace mucho antes que yo y que eso me haga sentir fuera de lugar, quiero ser el único que pueda saber todo de ti. Perdóname si suena egoísta pero es la verdad, ¿eso es lo que querías escuchar?

El agarre que imponía a su cintura la debilitó, al igual que su voz tensa, poniéndole la piel de gallina. Él nunca la había sostenido de esa manera, porque no quería ser de alguna manera "irrespetuoso", pero estaba mandando al diablo todo eso.

Pero por otra parte, se entristeció ante sus palabras. No era su intención que se sintiera desplazado por su reencuentro con su amigo.

—Dime, ¿que importa más? ¿El pasado o el presente?

—El presente... — respondió entre dientes.

Asintió con la cabeza, jugando con su cabello.

—Exacto. Chase conoció una parte de mí de la que me avergüenzo mucho hoy en día, una que vivía su peor momento. Tú conoces mi mejor versión, o la que se esfuerza por serlo. Y solo eso importa.

Juraba que le encantaba que, con sus palabras, podía entrar en razón. Incluso lo que no tenía coherencia alguna. Asintió lentamente, comprendiendo todo. Había pensado solo en él, y no en ella, quien era la que más le importaba en el mundo.

—Lo siento por hacer esto...

—No pasa nada, tal vez debí hacer mejor las cosas contigo...

—Fui yo el que se puso así, tú no tienes la culpa.

—Bueno, la verdad es que sí es un poquito tu culpa.

Rió por su comentario, asintiendo. Depositó un beso en sus labios, asegurándose de plasmar su sabor en su memoria por el resto de sus días.