VIN ROUGE

𝑪𝒉𝒂𝒑𝒊𝒕𝒓𝒆 𝟏𝟏 : 𝑷𝒓𝒆𝒎𝒊𝒆𝒓 𝒃𝒂𝒊𝒔𝒆𝒓

Habían pasado ya dos días desde que Liam llegó al viñedo. Días en los que Harry y Louis se volvieron más cercanos, ahora pasaban cada momento del día, juntos. Poco a poco iban conociendo el pasado de cada uno, aquel pasado que era tan lejano para ellos, pues ya no recordaban lo que era estar sin él otro a su lado.
Ahora, mientras los rayos del sol que salían a medio día, ellos se encontraban caminando hacía aquel campo enorme que contenía las uvas y una vegetación variada de otras frutas.

- ¿Hacía dónde me estás llevando, omega? - Preguntó curioso el alfa- Llevamos más de 10 minutos caminando por aquí y ya me cansé.

- No seas flojo Hazz, estamos a pocos metros de llegar, ¿Confías en mí, alfa?

- Confio con mi vida, omega, pero espero que lleguemos pronto porque si no, me va a dar algo. - Dijo en un tono dramático, Harry, provocando una tierna risa por parte del omega. - Qué bonita risa tienes Lou. - Al decir esto lo miró con aquel brillo especial haciéndose presente en su mirada, Louis solo mostró una pequeña y tímida sonrisa.

- Gracias por el halago alfa. - Contestó sonrojado el castaño.

- No hay de que agradecer, es verdad.

Avanzaron pocos pasos mientras seguían conversando, hasta que el alfa pudo ver una amplia hamaca colgando de 2 grandes árboles.

- Ya llegamos. - Exclamó el omega. - Aquí solía venir cuando me sentía mal, o indefenso... Es mi segundo lugar seguro.

- Oh, que bonito está Lou. - Se quedó admirando el alrededor del lugar, habitaban ahí más árboles y flores pequeñas, se hacía presencia de un ligero olor a miel, un aroma el cual era tan suave que relajaba.

- Sí, lo es... cuando no me encuentres o talvez me desaparezca un rato, sabrás que estoy aquí. Siempre encuentro seguridad en este lugar. Únicamente sabe de esto Liam, y ahora tú.

- Gracias por compartir esto conmigo, omega.

- Claro que sí.

Harry recostó su espalda en la hamaca y vio a Louis parado, admirando de la naturaleza. Depronto el omega miró a Harry, decidiendo acomodar su cuerpo encima de Harry, acostando su cabeza en el pecho del alfa, escuchado sus latidos que estaban calmados en ese instante.

- Louis.

- Dime, alfa.

- Creo que me gustaría dar el siguiente paso contigo... ya sabes... eh... - Se empezó a poner un poco nervioso Harry. Louis alzó la mirada para poder apreciar bello rostro de su alfa. - Lou, ¿Me dejarías cortejarte? - Preguntó al fin, Harry. Al escuchar esto, a Louis se le formó una gran sonrisa en el rostro y empezó a asentir rápidamente con la cabeza.

- Sí, sí sí, alfa claro que sí te dejo. - Abrazó a Harry por el cuello quedando sentado sobre su rejazo. Al separarse un poco, sus rostros estaban a centímetros de distancia. Aquel verde se combinaba perfectamente con el azul, sus corazones danzaban al mismo tiempo y la cercanía iba en aumento.

Harry admiraba el rostro tan angelical que poseía su omega, ¿cómo era posible que él fuera su omega? No podía creerlo, observaba los detalles  que amaba de Louis, aquellas pequeñas cosas. Sus ojos azules cómo el cielo, que estaban adornados de pestañas pequeñas pero rizadas, su nariz respingada acompañada de él rubor que se ubicaba en sus suaves mejillas, y sus labios rosas y delgados que se moría por probar y tenía tan cerca.

Así mismo, Louis estaba tan cautivado por el hermoso rostro que tenía Harry. Su cabello rizado y color chocolate, sus ojos verdes como la naturaleza que los rodeaba en ese instante, su nariz tan perfilada y sus labios que parecían tan suaves como si fuese una almohada, aquellos que al momento de sonreír dejaban mostrar los hoyuelos que escondían esas mejillas. Estas mismas eran dueñas de pequeños lunares, Louis no podía estar más enamorado de su alfa.