𝑪𝒉𝒂𝒑𝒊𝒕𝒓𝒆 𝟏𝟔 : 𝑹𝒖𝒕

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En aquel sillón pequeño frente a la chimenea, el calor gobernaba cada vez más en el cuerpo del alfa, era difícil de controlar. Era muy difícil lograr controlarse sí su omega se encontraba encima de él repartiendo besos lentamente.

- Déjame ser un buen omega, alfa.- Susurró Louis, provocando que Harry empezara a respirar de manera agitada. Harry tenía todavía poca conciencia de que estaba pasando.

- Omega, no... no podré controlarme después...- Apenas lograba hablar el alfa. Sentía cómo su corazón empezaba a latir cada segundo más rápido.

- J'veux ton amour (Quiero tu amor).- Louis pronunció cada palabra sobre los labios de Harry.

- Te lo daré, pero de esta manera... ahora no...- Louis lo volvió a besar.

El aroma del alfa se hacía más fuerte y se combinaba en momentos con él aroma de su omega. Chocolate y uva era el olor que se percibía en esa habitación.

Harry tomó la cara de Louis, tocar la suave piel de su rostro, era ganar todo. Cada fino roce de su piel contra la ajena era tan fresca en esos momentos. Leves movimientos circulares provocaban las caderas de Louis, aquellas que se encontraban arriba del regazo del alfa, creando fricción entre sus cuerpos cubiertos por la tela, encontrando un tentador y adictivo placer en el acto. La electricidad en sus cuerpos era imparable, la sensación que provocaba cada toque era indescriptible.

Harry llevó su cabeza a la curvatura del cuello de Louis, estando ahí, disfrutó del aroma que desprendía el omega. Besaba la zona, y esperaba el momento perfecto para brindar su mordida. Cada suspiro que salía de Louis era una melodía para Harry. El omega nunca había apreciado un toque, como el de Harry, las manos del alfa recorriendo los muslos de Louis, dirigiéndose a su espalda y cada segundo bajando un poco más, aferrando las manos por cada parte del cuerpo que poseía su omega.

El alfa no sabía cómo era posible controlarse de ésta forma ante aquel hermoso ángel, ante los movimientos que realizaba el omega sobre él, ante los supiros y susurros en francés que soltaba Louis, cerca de Harry. Pero sabía que no era posible hacerlo más.

En unos minutos más el alfa perdería la memoria, siempre pasaba eso. Por alguna extraña razón, nunca lograba recordar lo que había sucedido mientras él estaba en celo.

Él quería recordar el suave toque que brindaba a su omega, quería recordar el sabor de Louis, en sus labios. Quería recordar todos los detalles. Por eso no quería que eso pasara durante su celo.

El alfa cargó a Louis, sujetándolo de sus glúteos, notando que estos se encontraban ligeramente húmedos, empezando a lubricar. Olvidó por un momento cómo respirar.

Lo llevó a la cama, y lo sentó, lo miró a los ojos, aquellos que poseían su color favorito, el color más hermoso del mundo según el alfa. Colocó sus labios sobre los de Louis, disfrutando el momento, tratando de memorizar su sabor y gozando el último beso de la noche.

- Louis, Te Amo con todo mi ser, pero hoy no podremos hacer nada. Entiende que quiero que sea especial para tí y para mí. Sólo será una noche.- Harry dejó a Louis en su cama. El alfa salió de la habitación y se dirigió a la habitación de Liam, tocando su puerta. La cual fue abierta por el alfa.

- Hola Harry, ¿que pa- Liam se alejó un poco del rizado y lo miró- ¡apestas a celo!.- Gritó en un susurro Liam.

- Es por que lo estoy, quería pedirte que me llevaras a un cuarto solo, por favor. - Con una voz más grave de lo normal, pidió Harry amablemente, comenzaba a sudar.

- Sí, claro, sígueme.- Salió del cuarto, Liam. El alfa lo siguió.- ¿Por qué no pasaste tu celo con Lou? -  Preguntó curioso el alfa, mientras que buscaba en un cajón las llaves del cuarto.

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