CAPITULO 7

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ANASTASIA

Habían pasado dos semanas desde lo sucedido con Alex, el mensaje que me había mandado Max parecía ser verdad ya que nunca más me volvió a molesta; es mas, ni siquiera lo veía por los pasillos.

Luego de haber dejado a Max en el pasillo, me había ido a nuestro lugar, como le llamamos con mi hermano. Es un lugar cerca del puente Golden Gate, no mucha gente lo conoce, es una especie de risco desde donde puedes observar el puente y el atardecer de una manera espectacular. Siempre vamos con Nicholas cuando queremos pensar o simplemente estar en silencio, allí me contó la historia de mi vida y cómo terminamos siendo nosotros dos contra el mundo.

Había pasado la mayor parte del día allí con una hamburguesa y donas que había comprado en la ciudad antes de llegar, no visite a mi hermano porque sabia que reconocería mi estado de animo con los ojos cerrados.

Pensé mucho: en mis padres, en mi hermano y la felicidad que tiene desde que volvió con Amelie, en que será de mi durante estos próximos cuatro años, en mi abrazo con Max, y también en las festividades que se acercaban. Desde que había llegado el fin de semana al campus, Max se había comportado un poco diferente a lo que solía conocer, fue frio, calculador y arrogante; pero en el pasillo había sido el niño que conocí en ese verano, me reconforto y me dejo llorar en su pecho sin siquiera inmutarse, había hablando con su voz cálida, nada que ver al Max Whitmore universitario. Ahora Max formaba parte de mi vida diaria con las clases, y debíamos pasar tiempo juntos ya sea en el aula o para hacer el trabajo; pero no se cuanto tiempo podría convivir con el frio y calculador Whitmore cuando siempre conocí a Max.

Cuando había vuelto al campus, era la hora de cenar, llegue al apartamento y luego de saludar vagamente a Anna, me fui a mi cuarto y no salí ni para ingerir comida

Ahora que habían pasado dos semanas, todo estaba sobre ruedas. Las clases iban bien manteniendo mis estudios cómo lo hice a lo largo de mi vida, una prioridad. No volví a pisar una fiesta y Anna se adhirió a mi paro contra ellas, ella tampoco había tenido una buena experiencia y cuando se lo dijimos a Nate, pataleo como un crio hasta que le explicamos los motivos; pasábamos las noches durmiendo, viendo algo en la televisión o hablando. Había vuelto a disfrutar mi pasatiempo de elegir ropa y volví a vestirme como quería, y no tapando mi cuerpo; desde ese día no había vuelto a derramar una sola gota y recupere mi energía; capaz muchos piensan que fui dramática, pero no se rodean de gente mas grande. Siempre el sueño de alguien chico es rodearse de gente grande, pero luego cuando estas allí ves el otro lado de la moneda y no es tan divertido como parece.

-¿Tu que opinas?

Parpadee varias veces mientras mi amiga se sentaba y me daba mi taza de café

-Emm—me rasque la cabeza—Lo siento, no estaba prestando atención

Me hice chiquita sobre el sofá y mi amiga negó divertida

-Estaba preguntándote si debería pasar navidad con mi padre y año nuevo con mi madre en Nueva York

-Creo que nadie negaría pasar año nuevo en Nueva York, esta la aguja espacial y los rascacielos

Anna pareció recordar y asintió efervescentemente

-¿Tu que haras? Es en tan solo dos semanas

-Las navidades las pasaremos en casa de mi hermano junto a la familia de Amelie y Leah, la hermana de Max—revolví mi café—y en año nuevo una fiesta

Anna asintió pero me miro con la cabeza ladeada

Se acomodo subiendo sus pies al sofá, y se puso de costado, al igual que yo.

Simplemente tú [completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora