CAPITULO 34

3.4K 141 0
                                    

ANASTASIA

Habían pasado dos semanas desde que me entere que estaba embarazada, y todo lo que hacia era básicamente absolutamente nada. Nate me traía los apuntes de clase bajo la mentira de estar enferma y pasaba todo mi día estudiando por no tener otra cosa que hacer.

A la semana de enterarme volvimos al medico con Anna, el coaguló se había reducido pero debía sostener el reposo. Anna iba todos los días a clase y luego volvía lara hacerme compañía y ayudarme en lo que necesitaba, charlábamos sobre temas triviales y a veces sobre que seria de mi, aunque no duraba mucho ese tema porque comenzaba a llorar mares.

Estas semanas evite monumentalmente a Julian y a mi hermano le hablaba escuetamente por mensaje, no sabia mentirle y si hablaba por llamada con el, sabría que algo escondía. La universidad si justificaba las faltas bajo la orden medica de reposo absoluto, pero sin especificar el embarazo. A Julian le había dicho que estaba enferma y a mi representante le había dicho lo del reposo absoluto, pero su compasión fue nula hacia mi y me recrimino todos los trabajos que debía cancelar.

Mi situación era levantarme y mirar una serie por el portátil, luego almorzar con Anna, hacer mis apuntes de la universidad y seguir mirando una serie o película. Solo me levantaba para ir al baño y debía ser cuando Anna se encontraba en casa, los chicos me acribillaban a mensajes sobre mi desaparición esporádica, pero a todos les respondía lo mismo: estoy enferma.

Hace unos días me anime a abrir una página sobre algo así com presupuesto o necesidades básicas de un bebe y la abandone rápidamente cuando todo se refería a mi como mami

-Anastasia, te quiero, pero debe saberlo-se sentó sobre mi cama

-No estoy lista-sentencie

-Ya lo se Ani-suaviso su tono-pero debes decírselo, el también necesita digerir la situación. Te ayudo feliz, pero un poco de ayuda no me vendría mal, estaría mas tranquila.

-No volveré con él, un bebe no cambia nada

-Un bebe lo cambia todo-sentenció-Debes apartar tus propios pensamientos y pensar por el bebe ahora

-No-abrí mi portátil

-Cuando puedas pensar como un adulto charlamos

Anna se fue de mi dormitorio y cerro la puerta detrás de ella

Suspire, cerré mi portátil y me acomode para dormir una siesta. Últimamente dormía mucho y comida cualquier cosa que apareciera en mi cerebro, Anna se pasaba los días cumpliendo antojos

-¿Se puede?-un golpe en la puerta me hizo abrir mis ojos

-Mmm-conteste

Christopher abrió la puerta de mi dormitorio

-¿Sigues en la cama? Pasaron dos semanas ya

-¿Y? No sabia que había una regla para estar enfermo

Christopher cogió las sabanas y tiro de ellas para destaparme

-¡NO!-grite aferrándome a las sabanas

Mi viente estaba mas abultado que hacia dos semanas, y mi contextura pequeña no ayudaba a disimularlo. La doctora me había dado una dieta para aumentar un poco mi peso y que sea mas estable, ya que ahora todo iba por dos

Simplemente tú [completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora