CAPITULO 36

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ANASTASIA

Cuando por una vez me había dignado a contarle a Max, su novia tuvo que aparecer. Un dolor se había esparcido por mi pecho abandonando la salida sensación que me había provocado la ecografía

En el hospital había podido ver al bebe, y la doctora estaba feliz con la gran reducción de mi coágulo aunque me quedaba un poco de tiempo. Me había permitido volar y pensar en un mundo donde Max y yo volviéramos juntos, pero ambos habíamos pasado de pagina, o al menos lo intentábamos

Cuando nuestras miradas se conectaron en el café la melancolía me arrollo y de alguna forma u otra había terminado por entender que el ya era feliz sin mí, debíamos criar a nuestro hijo en dos casas, dos camas y horarios divididos.

-Tranquila-me calmo Anna caminando hacia el coche

-¿Viste cómo lo miraba?-solloce-Merece ser feliz

-Confío en que mas te ama a ti, de la manera en la que ella lo mira a el, el te mira a ti-sonreí con tristeza

Caminábamos a paso lento por la acera, el coche no estaba lejos pero a nuestro paso todo parecía a kilómetros. En teoría segura teniendo que permanecer en la cama, pero si no apreciamos en el café, Christopher nos mataría y terminaría por sospechar de que algo sucedía; era un chico mujeriego y el típico que huye de todos los compromisos, pero con Anna y conmigo era como nuestro hermano mayor y en cierto punto nos tomo como sus acogidas de dieciséis años cuando entramos a la universidad.

-¡Anastasia!-grito alguien a nuestras espaldas

Voltee mi cabeza sobre mi hombro y vi a Max acercarse a paso apurado, no tardo en cerrar el espacio que nos separaba por que siquiera habíamos podido cruzar la acera

-Debemos hablar-dijo con tono calmado

-Pero ¿Jennifer?-señale el cafe

-A quien le importa-masculló por lo bajo mi amiga

voltee mi cabeza para reprenderla y se excusó señalando a Max conteniendo su sonrisa

-¿Podemos?-inquirió con ternura

Mire a mi amiga y asintió con su cabeza dándome ánimos, acaricio mi brazo y sonrió

-Pero ¿Y tu?

-Dame las llaves de tu coche, estaré en el apartamento con mi móvil cerca por si me necesitas-asentí dudosa

Anna me abrazo acariciando mi espalda

-Tu puedes-susurro en mi oido

-No la alteres-lo reprendió a Max

Max asintió y alzo sus manos en defensa

Anna comenzó a caminar a paso normal por la acera y se perdió en el apartamento

-Vamos-hizo un gesto con su cabeza para que lo siguiera

-Emm-titubee-¿Puedes cargarme?

Max se volteo con el ceño sorprendido

-¿Que te sucede?-abrí mi boca para inventar una excusa pero negó con su cabeza-No me lo digas

Paso un brazo por mi cintura y el otro por mis rodillas, me levanto y me aferre a su cuello con miedo de caer y lastimar al bebe. Max comenzó a caminar hacia su coche en silencio, su cara no denotaba ninguna emoción o esfuerzo por cargarme, era como si estuviera sentado en una silla sin hacer nada

-Estas comiendo mas-soltó mirando fugazmente

Yo solo me limitaba a sostenerme de su cuello y detallar sus facciones del perfil de su cara

Simplemente tú [completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora