CAPITULO 44

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ANASTASIA

Haber escuchado su llanto, ver a Max cargándola y haberla visto, fue todo cuanto necesite para poder descansar. Había estado durante horas en el proceso interminable de dar a luz, mi cuerpo estaba cansado, mis lagrimas no caían porque ya no habían, el cansancio corporal inundo mi cuerpo tan solo con unos minutos de comenzar a pujar. Max me alentaba y me decía cosas tiernas al oido, pero yo solo quería salir de allí. No estaba cómoda, el dolor no cesaba, mi cabeza dolía y mi entrepierna ya ni la sentía del dolor que me causaba.

Cuando por fin pude verlos juntos, verlo sonreí como me sonreía a mi, mirarme con nuestra niña en brazos; supe que ellos estarían bien y que podia descansar.

Mi cuerpo se relajo, inmediatamente me desconecte de la realidad y me sumí en un paz que nunca había experimentado. Donde estaba no había dolor, no había decepciones y tampoco había felicidad, pero si tranquilidad, y era todo cuanto necesitaba en estos momentos.

Estaba sentada en un banco observando el atardecer mientras el viento soplaba en mi cara, cerré mis ojos dejando que el viento se adentre en mis poros. Mis pensamientos rondaban en si era la calma antes de la tormenta o la calma luego de la tormenta, no podia saberlo con certeza, pero me dediqué a disfrutar del momento

Toda mi vida había sido en base a planeaciones, metas y objetivos. Luche, gane, perdí, y vivi, ahora era mi turno de dejar todo en pausa y descansar. Mi familia estaría bien sin mi por un tiempo, necesitaba poder descansar mi mente, siempre estuvo a mil kilometros por hora.

Una cabeza no puede parar cuando quieres ser la mejor, cuando quieres sonreírle a la vida todo el tiempo, cuando quieres ser suficientemente para alguien; ese tipo de mentes siempre busca más.

Con tan solo unas horas de calma mirando el horizonte comencé a sentir culpa, comencé a sentir que no había sido justa con mi familia, no podia abandonarlos. No merecía estar en este lugar sin ellos, no podía vivir en una vida sin mi descontrolado alborote que todas las personas que me rodeaba me proporcionaban, no podia quedarme aquí mientras mi hija estaba allí.

No sabia como regresar, que hacer o siquiera como llegue aquí, pero sabía solo sabia que debía estar con Max y Avani

Simplemente tú [completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora