MAX
Desde que la había visto el día que llego a la universidad no había podido quitármela de la cabeza, había cambiado mucho. Anastasia siempre fue una niña dulce, cariñosa y risueña; ahora seguía con la misma descripción pero siendo una mujer, su cuerpo se había desarrollado, y ser una mujer curvilínea junto con la actitud que la caracterizaba era una bomba.
Habían pasado dos días desde que la había visto y termino el plazo cuando choco conmigo, había sido duro con esa persona pero me disculpe secamente cuando vi que se trataba de ella. Anastasia hablaba con su voz dulce y su sonrisa sincera que derretía a todo el mundo que no podías pensar otra cosa que cuidarla y tratarla bien, pero yo no podia permitirme eso, hacia mucho tiempo me cerré a los sentimientos y reconozco haberme vuelto alguien frío. Alcance la popularidad, el cuerpo por el que la chicas se morían y la actitud indiferente hacia todos, no iba a dejar que una chica como ella me desequilibre como lo hacia cada vez que sonreía o se me colgaba de mi brazo para hacer puntitas de pies, rozando sus pechos con mis biceps, para poder besarme la mejilla; aunque Anastasia no era baja, pero yo era muy alto.
Cuando me la cruce en la cafetería tuve que poner mi semblante de indiferencia que usaba con todo el mundo, no por ser ella merecía un trato especial de Max Whitmore, debía mantenerme de la manera que la que lo hice durante tanto años para que mi equipo no me pase por alto. Deje que los chicos se burlaran de ella, y ella mantuvo su actitud cálida con la que siempre estaba, se había estado yendo sin besarme la mejilla y no había podido evitar pararla para sentir de nuevo sus labios sobre mi mejilla y todo el esfuerzo que hacia para poder llegar a mi mejilla.
Que ¿no hay un beso en la mejilla para mi?—pregunte burlón
Se soltó con elegancia y me sonrió sinceramente
-Solo son para mis amigos o familia, tu dejaste de serlo cuando te volviste arrogante
Me tense al escuchar esas palabras, Anastasia era la única persona en el campus que no me miraba con deseo, odio u admiración. Solo llevaba dos semanas en el campus gracias a baloncesto, me había ganado me respeto y la admiración de muchos, me habían nombrado capitán y todos me miraban como si estuviese en un altar, todos menos Anastasia.
-Y para el que dijo que vuelva a la preparatoria, capaz debas volver tu, llegaste aquí por tu edad, yo por mi inteligencia. Buenas tardes
Sonrió con dulzura y se perdió por la puerta, solo Anastasia podia defenderse sin ser grosera, podia mandarte a joder pero te sonreía como lo hacia y lo tomabas como un cumplido mas o menos.
Ahora la única persona que conocía de mi otra versión y que al principio lo supuse como un problema, paso a mirarme como lo hacen todos. Se supone que era lo que quería, quería que todos tuvieran la misma version de mi, pero ahora que se cumplió no sé si era lo que quería.
-Que mujer—suspiro Hunter mirando la puerta por donde se había perdido Anastasia
Todos nos sentamos en nuestros respectivos lugares que manteníamos siempre en el sofá, desde que habíamos llegado solo nosotros lo usábamos, y se había convertido en nuestro espacio para pasar el rato
-¿De donde dijiste que la conocías?-pregunto Harry
-De la infancia
Suspira y deje caer mi cabeza sobre el respaldo del sofá
-Parece un pequeño angel
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Simplemente tú [completa]
أدب المراهقينLos mundos de Anastasia Anderson y Max Whitmore vuelven a colisionar luego de un verano en la niñez. Ahora él era arrogante, popular y mujeriego. Ella seguía siendo la misma, solo que con dieciséis años, su mente brillante y cuerpo recién desarrol...