ANASTASIA
Luego de que Max despertó y tuvo su justificada crisis al enterarse de lo sucedido, paso los siguientes días callado siguiendo al pie de la letra todas las indicaciones de los medicos en cuanto a su rodilla, pero todo lo que no tenia que ver con su rodilla o basquetbol lo desestimaba.
Sus padres habían arribado hacia dos días y ni siquiera su presencia había confortado a Max. Mis días desde el domingo se basaban en estar en el hospital haciéndole compañía luego de mis clases, aunque el no me quería allí. Sus amigos pasaban a visitarlo cuando tenían tiempo libre y su hermana se turnaba con sus padres y Amelie para hacerle compañía y escuchar los partes medicos
-Te traje los apuntes de los compañeros de tu clase-cerré la puerta detrás de mi
Max alzó su vista del portátil y me miro por unos segundos antes de bajar la vista
-¿Por que estas aquí?
-Ya te lo dije Max...
-Anastasia, no tienes que ser mi enfermera. Ve a vivir tu vida, tu si puedes salir de aquí
Cerré mis ojos y respire hondo
Deje las cosas sobre la mesa que tenia a su lado con las cosas de la universidad y me di media vuelta para salir nuevamente por la puerta
-N-no Anastasia...
Salí sin responderle
Esa era otras de las cosas que le sucedían, pagaba su frustración con todos los que veníamos a verlo, pero cuando osábamos en irnos o nos enojábamos, Max se arrepentía.
Todos los que estábamos en la lista de visitantes teníamos que mantener la mente fría al pasar por esa puerta, teníamos que tener presente que el no estaba enojado con nosotros, solo lo hacia porque era su forma de canalizar la ira que tenia en su interior y sabia de alguna forma u otra que no nos iríamos de su lado
Camine por los pasillos del hospital hasta llegar a la estación de enfermeras
-Hola, buenos días
-Hola querida ¿En que puedo ayudarte?-alzo su cabeza la enfermera de Max
-¿Hay alguna posibilidad de que Max salga al patio? Esta demasiado molesto
Hasta hoy nadie nos había dicho cuanta movilidad tenia Max, pero debía intentar
-Déjame consultar con el cirujano-asentí y espere mientras marcaba los dígitos en el teléfono y se lo llevaba al oido-Puede salir solo en silla de ruedas
Esboce una gran sonrisa y asentí con mi cabeza
-En unos minutos me acerco a la habitación-le agradecí y rehice el camino hasta Max
Abrí la puerta y Max alzo su vista con el ceño fruncido pero lo suaviso al verme
-Pensé que te habías ido-su tono era cálido
Camine hasta su cama, me senté en el borde y agarre su mano para jugar con sus dedos
-No me fui, pero debes saber que no esta bien lo que haces-lo mire a los ojos y acaricie su mejilla-No puedo saber lo que estas pasando, pero puedo saber que este no es el camino correcto para sortear esto. No puedes descargar tu ira con todos y luego sonreírnos porque no nos hemos ído
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Simplemente tú [completa]
Roman pour AdolescentsLos mundos de Anastasia Anderson y Max Whitmore vuelven a colisionar luego de un verano en la niñez. Ahora él era arrogante, popular y mujeriego. Ella seguía siendo la misma, solo que con dieciséis años, su mente brillante y cuerpo recién desarrol...