· .· i'd give u my sunshine, give u my best . . . but the rain is always gonna come if u're standing with me ✹ ·
꒥ Genevieve Rousseau siempre tuvo una vida complicada, que se podría complicar más si alguien como Jamer Potter decidiera entr...
ੈ ‧ chapter twenty-seven ; i really thought i'd lost you
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Lily se sentía abrumada, siempre se había considerado demasiado positiva y con planes claros para el futuro y ahora sentía que todo se le había escapado de las manos en un abrir y cerrar de ojos.
Primero había perdido a Bash, podía ser demasiado precipitado decirlo, pero él era el primer y el único hombre al que Lily había amado, nunca se le había pasado por la cabeza que habría alguien más, sin embargo, la necesidad de elegir bandos, sus responsabilidades y estatus, habían hecho que los dos jóvenes enamorados separaran sus caminos para siempre, ella no había vuelto a saber nada de él desde que lo vio la última vez y creía que así era mejor, despuésde todo, no sabía si su corazón que se encontraba tan frágil en ese momento, soportaría saber si Bastian ya no se encontraba con vida.
Otra cosa que Lily había perdido eran sus sueños y aspiraciones, siempre estuvo dividida entre lo que quería, no estaba muy segura de si quería quedarse en el Mundo Mágico y elegir alguna ocupación o volver al mundo muggle para estudiar una carrera, pero eso ya ni siquiera era una posibilidad considerando su situación.
Finalmente estaba Harry, era a lo único a lo que Lily se podía aferrar y que seguría con ella, su hijo la hacía sentir la mujer más dichosa sobre la tierra a pesar del momento en el que se encontraban, no se podía arrepentir de haberlo tenido, tal vez no había sido planeado y todo había pasado bajo las influencias del alcohol, pero el pequeño, significaba la pizca de esperanza que ella y James necesitaban hy la que los mantendría de pie hasta el final.
La noche de Halloween no se sentía tan festiva como habitualmente era, Harry ya había cumplido un año algunos meses atrás, el cual lamentablemente no habían podido celebrar como se debía, pero igualmente hubo un pequeño festejo para ellos tres y Sirius en su casa, en el que Harry había recibido ni más ni menos que una pequeña escoba de Quidditch, que a decir verdad, no había hecho más que causar alborotos.
Lily observaba a Harry jugar en el suelo de la sala con una sonrisa, no le cabía en la cabeza cómo era que ya había pasado más de un año desde su nacimiento, aún recordaba cuando lo tenía entre sus brazos, temiendo no ser buena para él, pero todo lo contrario, Harry adoraba a su madre.
— ¿Todo bien? — Preguntó James llegando a su lado con una taza de té.
— Sí, bien... — Mintió antes de tomarle un sorbo al té — ¿Tú?
— Todo esto es agotador... — Dijo James y Lily tuvo que estar de acuerdo — Luces cansada.
— Gracias — Contestó la pelirroja para molestarlo.
— No me refería a eso... ¿Por qué no vas a tomar una siesta? Yo me encargaré de Harry el resto del día.
