12. give you my wild

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 ੈ ‧ chapter twelve ; give you my wild

Genevieve se encontraba recostada sobre el césped con James junto a ella

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Genevieve se encontraba recostada sobre el césped con James junto a ella. Faltaban pocas semanas para presentar sus ÉXTASIS y después de haber estudiado tanto, ambos consideraban que era más que necesario tomar un descanso.

Genny miraba las nubes con atención tratando de buscarles alguna forma, aunque la verdad era que no podía ver demasiado, tal vez no tenía tanta imaginación para ese tipo de cosas. Lo que sí disfrutaba, era la primavera, aquella era su estación del año favorita, no hacía frío ni calor, pero había sol que no era tan intenso como el del verano, lo cual ayudaba mucho.

James a su lado la miraba con atención, tratando de deducir lo que su cabeza pensaba en aquellos momentos, ya que la rubia tenía un gesto totalmente tranquilo plasmado en el rostro, algo ciertamente inusual en ella.

— ¿Qué piensas, Viv? — Preguntó después de un rato de silencio.

— Nada en específico — Sonrío — Simplemente creo que el clima es bonito, es todo.

— Puede ser, creo que prefiero el verano.

Genny resopló — La primavera es bonita, las hadas la traen, ¿Sabías? — Sonrío nostálgica — Al menos eso decía mi madre cuando era pequeña... y yo le creía.

Genevieve siempre había creído que aparte del clima, no había otra razón específica para que le gustara aquella época del año, sin embargo, sí que la había, había habido un momento en el que Katarina la había querido en serio, en el que le contaba cuentos, le compraba vestidos bonitos y se la pasaba recordándole lo bella que era y que esa belleza le abriría muchas puertas en el futuro. Genny no sabía cuándo había cambiado eso, tal vez fue cuando entró a Hogwarts y decidió que no quería continuar con los prejuicios de sangre, tal vez todo eso fue antes de decepcionar a toda su familia.

Para James era completamente extraño escuchar algo así de Katarina Rousseau, esa mujer a la que solo había visto un par de veces, pero había escuchado demasiadas cosas malas, no parecía el tipo de madre que le contaba cuentos de hadas a su hija.


— Esa parece un corazón — Señaló una nube cambiando de tema.

 — Y esa un dragón.

— Eso no es un dragón, Viv — Potter se burló — De veras que eres mala en esto.

La rubia rodó los ojos — ¿Y entonces que es? Según tú, gran conocedor de nubes.

— Un hipogrifo, por supuesto.

— Eso no es un hipogrifo, Potter.

James fingió indignación, llevándose una mano al pecho de manera dramática — ¿Potter?, ¿Así llamas a tu novio, Genevieve?

² peace ; james potterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora