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Izuku gruño observando el tráfico frente a él en el que acababa de quedarse atrapado.

Habían salido hacia una hora de la oficina de documentación, tuvieron que salir por la parte de atrás, por donde entraban los trabajadores, para evitar a las personas. Se quedaron un momento en el estacionamiento para que Tenjiro, Katsuki y el pudieran comer. Para desgracia de los tres la comida ya estaba bastante fría y no sabía tan bien como cuando aún estaba caliente, pero era mejor que nada y teniendo los tres hambre no se dieron cuenta y solo disfrutaron llenando sus estómagos.

Cuando Terminaron de comer tomaron la decisión de volver a casa luego de pasar comprando algunas cosas para el viaje y para que Katsuki y Tenjiro experimentaran en la cocina más tarde. Para no hacer más tardado el viaje decidieron comprar todo en el centro comercial que estaba más cerca del vecindario de ambos en lugar de detenerse en las tiendas de conveniencia cercana o de tener que dar varias vueltas para llegar al próximo centro comercial.

El problema era que habían tenido que tomar un pequeño desvío ya que la zona estaba algo dañada por el ataque de un villano unas horas atrás.

El error estuvo en tomar la desviación de la izquierda en lugar de la derecha, ahora estaban tenían enfrente un montón de autos estancados.

Izuku observo por el espejo retrovisor la carretera tras ellos, los autos ya habían empezado a acumularse. Se dejó caer sobre su asiento de forma pesada, le lanzo una mirada a Tenjiro que estaba revisando su teléfono en el asiento del copiloto, por el espejo retrovisor pudo ver como Katsuki trataba de distraer a Denki.

Los tres adultos presentes habían decidido mentalmente y sin hablarse, ya que ni Tenjiro ni Izuku tenían el valor suficiente para decírselo a Katsuki sabiendo que recibirían un buen regaño por algo que no creían sin contar una o más explosiones, que Katsuki era el mejor de los tres para sentarse atrás con los cachorros y así poder estar atento a ellos. Tampoco es como si fuese muy complicado ya que Eijiro se había quedado dormido en su asiento para bebés y Amajiki había empezado a ir por el mismo camino estando recostado de la ventana, así que más que todo había que estar atentos a Denki, y ¿Quién mejor que su madre para eso?

–Según internet es probable que salgamos de aquí en una o dos horas –Informo Tenjiro enseñando la pantalla de su teléfono donde podía leerse la noticia del tráfico.

–Debimos haber pasado primero a comprar la comida –Se lamentó Izuku– probablemente para cuando termináramos ya habría pasado todo esto.

–Oye Deku, ¿quedan pudines en tu mochila? –Pregunto Katsuki volteando a verlo con Denki sentado en sus piernas tratando de divertirlo haciéndole caballito, aunque por la expresión del cachorro se notaba que estaba más que fastidiado.

–Sí, quedan algunos –Respondió Izuku– aunque no creo que estén muy fríos.

–No importa, este niño solo quiere algo dulce para calmarse. Mocoso mimado –Halo una de las mejillas de Denki antes de tomar la mochila de Izuku y empezar a buscar.

–¿Me das uno? –Pidió Tenjiro volteando en dirección a Katsuki.

–¿Qué eres?, ¿un mocoso? –Se quejó pero aun así le lanzo un pudin.

–Papá, me aburro –Se quejó Amajiki apartándose de la ventana– y no puedo dormir, quiero irme a casa.

–Lo sé –Suspiro Izuku– antes de ir a casa pasaremos por el centro comercial y compraré paletas de malvavisco, ¿te parece? –Amajiki asintió– por ahora, ¿Qué te parecen algunos daifukus y pockys? –Ofreció.

–Está bien.

–Kacchan, ¿puedes…?

–Sí, sí, ya voy –Interrumpió Katsuki buscando en la mochila.

Los ProtegereDonde viven las historias. Descúbrelo ahora