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Pfff... Por donde empezar Emm... Pues bueno cuando empezó toda esta mierda yo estaba apuntó de salir de la escuela cuando ví como mi directora se estaba comiendo a mi profesora de educación física la cual era mi maestra favorita asi que Directora hija de puta ¿por que no te comiste al profesor de matemáticas?.
Se preguntarán que hace una niña de 11 años insultando de esa manera... Y pues díganle gracias a mis hermanos mayores y a mi papá.
Bueno eso ya no importa, lo que importa es que ya pasaron como unos días desde que esta mierda de mundo se hizo más mierda y no me malinterpreten, yo era una de esas niñas que jugaba a los zombies con mis compañeros y deseaba que hubiera un Apocalipsis zombie o algo asi, y a la mierda lo que piensen las demás personas por esto es el maldito paraíso para mi. Claro dejando pasar que puede ser que mis hermanos hayan sido devorados junto a mi padre, pero hey! Nada es tan perfecto. Además de seguro están en un lugar mejor junto a mi madre y mi tía Lulu.
Y ya basta de palabras ya que justo ahora estoy siendo apuntada por un hombre gordo [sin ofender a todos los muertos y personas gordas. ] y tal vez se preguntarán "¿Por que alguien esta apuntando a una niña tan hermosa y tierna? " y aún que no se lo estén preguntando les diré de todas formas el por que.
Resulta que este hombre tiene mucha comida y armas en una bolsa y pues intente robarse la. Claro que al principio no lo había notado pero cuando fue a buscar su bolsa vio que yo estaba escapando con ella y pues creo que este es mi posible fin.
Ahí te voy Jesusito.
— Vamos niña no lo diré de nuevo, dame la maldita bolsa. — dijo el hombre gordo encima mío
— que te jodan gordis — dije sacándole mi dedo de corazón, con todo el amor del mundo.
— Tu lo pediste pequeña perra — dijo el hombre quitándole el seguro al arma.
Aceptó a Cristo Rey en mi vida y pido perdón por todos mis pecados.
Estaba apuntó de aceptar mi linda muerte hasta que se escucho un disparo y gotas de sangre marcharon mi Hermosísima campera rosa.
— Demonios — murmure viendo como el cuerpo del hombre gordo había caído dejando ver a un hombre pelón. — ¡UN CALVO SALVÓ MI VIDA! ¡ES UNA SEÑAL! ¡DIOSITO ME QUIERE VIVA! — grite mientras empujaba al hombre gordo
— Niña no me hagas arrepentirme de haberle disparado al gordo. — hablo el calvito.
— Señor salvó a una ladrona, así que por favor no se sorprenda si después no encuentra su arma o comida. — comenté sonriendo.
