Capítulo 38 (Final)

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★Último Capítulo★

Debo de haberme desmayado, pero solo por un instante, porque cuando abro los ojos ella sigue encima de mí. Tiene la cara y las manos manchadas con mi sangre mientras canturrea y susurra cosas para convencerme de que me rinda,de que me deje morir de una vez por todas y acabe con todo esto.

Pero aunque tal vez antes sintiera la tentación de hacerlo, las cosas han cambiado. Esta zorra mató a mi familia y va a pagar por ello.

Cierro los ojos, decidida a regresar a aquel lugar: todos estamos en nuestro coche, riéndonos, felices, llenos de amor. Contemplo la escena con mucha más claridad que nunca, ya que ahora no está enturbiada por la culpa. Ahora ya no me siento responsable.

Y cuando siento que las fuerzas crecen en mi interior, la aparto de mí de un empujón y la envío al otro lado de la estancia. Contemplo cómo vuela hasta la pared y el ángulo antinatural que adopta su brazo cuando su cuerpo se desploma sobre el suelo.

Rachel me mira con los ojos abiertos de par en par a causa del asombro, pero no tarda en ponerse en pie y en echarse a reír mientras se sacude la ropa. Y cuando se abalanza hacia mí, vuelvo a arrojarla al otro extremo. Observo cómo cruza volando la cocina hasta la despensa, cómo atraviesa las puertas correderas y provoca una explosión de cristales rotos que inundan la estancia.

—Menuda escena del crimen estás montando... —dice mientras se retira las esquirlas de cristal de los brazos, las piernas y la cara. Las heridas se cierran tan pronto como están limpias—. Impresionante, de verdad. Estoy impaciente por leer lo que dicen los periódicos de mañana sobre esto. —Sonríe y se abalanza de nuevo sobre mí, completamente recuperada y decidida a ganar—. En tu cabeza ya estás acabada —susurra—. Y, si te soy sincera, tu patética demostración de fuerza resulta de lo más innecesaria. En serio, Annabeth, eres una pésima anfitriona.No es de extrañar que no tengas amigos; ¿así es como tratas a todos tus invitados?

La empujo de nuevo, preparada para hacerla atravesar un millar de ventanas si es necesario. Pero apenas he terminado de completar el pensamiento cuando siento un horrible y agudo dolor. Observo cómo Rachel avanza hacia mí con una sonrisa de oreja a oreja, pero estoy tan paralizada que ni siquiera puedo detenerla.

—Eso es lo que se conoce como el viejo truco de « cabeza en un cepo con dientes de sierra» . —Suelta una carcajada—. Siempre funciona. Aunque, para ser justa, traté de avisarte. Lo que pasa es que no quisiste escucharme. De verdad, Annabeth, ha sido tu elección. Puedo incrementar el dolor... —Entorna los párpados mientras mi cuerpo se parte de dolor y cae al suelo. Las náuseas me retuercen el estómago—. O puedes... dejarte morir. Así de fácil y sencillo. La elección es tuya.

Intento concentrarme en ella mientras se acerca a mí, pero apenas puedo ver nada y mis extremidades están muy débiles; Rachel no es más que un borrón que se mueve a toda velocidad, y sé que no puedo golpearla.

Así que cierro los ojos y pienso: « No puedo permitir que gane. No puedo dejarla ganar. Esta vez no. No después de lo que le hizo a mi familia» .

Y cuando impulso el puño hacia ella, con el cuerpo débil, flojo y derrotado,me sorprendo al ver que le acierto en mitad del pecho, aunque solo de lado.

Trastabillo hacia atrás sin aliento; sé que no ha sido suficiente, que no he conseguido nada.

Cierro los ojos y me preparo para el final. Puesto que ahora es inevitable,solo espero que llegue pronto. Sin embargo, cuando se me despeja la cabeza y mi estómago se calma un poco, abro los ojos y descubro que Rachel retrocede con dificultad hacia la pared, aferrándose el pecho con las manos y mirándome de manera acusadora.

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