Capítulo Veinte

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―¡Vas a casarte! ―La mandíbula de Winn colgaba.

Estábamos sentados en la cocina tomando chocolate caliente y tostadas. Imra estaba sentada al otro lado de Winn, y Nia y Lena estaban sentadas a mi derecha. Casi suspiré de placer; las cosas finalmente volvían a la normalidad.

-¿Una boda? ¿Una boda vampiro?

―Sigue diciéndolo pareces un loro chiflado.

―Será mejor que sea una ceremonia a medianoche ―me la devolvió.

―Si, supongo. Eso estaría bien. Podríamos hacer un tema como un jardín de rosas a medianoche, con montones de flores rojas y blancas por todas partes... ― ¿Eso había sido un estremecimiento de Lena?

Estaba estudiando las páginas financieras y no parecía estar prestando atención, pero yo sabía endemoniadamente bien que estaba escuchando cada palabra. Entrecerré los ojos y empecé a decir algo pero me vi frustrada por Nia.

―¿Cuándo es la fecha?

―No lo hemos decidido aún. Había pensado en Pascua, pero eso... uh, bueno, quizás el próximo otoño.

―Otoño está bien ―dijo Imra―. Necesitaremos tiempo para planearlo todo. ―¡Eso era un estremecimiento! Antes de que pudiera actuar, ella continuó―. Pero van a seguir viviendo aquí, ¿verdad? Hay mucho espacio.

―Por supuesto ―dijo ausentemente Lena, girando la página―. Este es nuestro cuartel general. No veo razón para dejarlo. Aunque -añadió con una mirada astuta- podrías olvidar el alquiler como regalo de bodas.

―Olvídalo ―Imra miró mi tobillera y sonrió―. Bueno, quizás por un mes.

―¿Podemos volver a la muerte, la traición y todo eso? ―interrumpió Winn. Estaba tan atento, que dejó caer su galleta en su té. Oh, espera. Así es como se la comía. Estremecimiento―. ¿Así que los trabajadores del Scratch se volvieron contra ti? ¿Y tú y la Señorita Santurrona los mataron?

―No la llames así. Y si, a la mayor parte de ellos ―aclaré―. Algunos consiguieron escapar antes de que la cosa se pusiera buena.

―Son como ratas en ese aspecto. ―Imra vio la mirada que Nia le estaba dedicando y añadió a la defensiva―. Vamos. Saltan sobre ella cuando creen que pueden salirse con la suya, y luego se quejan cuando sale mal. No es la primera vez, eso seguro. Sé que no te estás haciendo la ofendida en nombre de toda la clase vampiro.

―No ―admitió.

―Se tomarán medidas ―dijo Lena, todavía sin levantar la vista del periódico. Qué irritante hábito. Tendría que trabajar en eso después de la boda.

―Ciertamente ―dijo Nia―. Con todo el respeto, Majestad, desearía que hubieras dicho algo al salir. No deberías haber ido allí sola. Es mi deber enfrentarme al peligro.

―¿De cual de ellas estás hablando? ―preguntó Winn. Yo solté una risita pero me puse seria cuando Lena aclaró.

―No hubo tiempo ―dijo simplemente.

―¿Cómo supiste adonde iba? ―pregunté―. Me lo he estado preguntando durante horas. - Imra tosió.

―Yo podía haberle llevado el cuento.

―Esa es una forma de decirlo ―dijo Lena, con aspecto huraño―. No me apresuré hasta allí para salvarte. Me apresuré allí para... ―Miró al grupo. Todos estaban pendientes de cada una de sus palabras. Pero bueno, ella tenía esa clase de efecto en la gente―. Eso es un... una cuestión privada... entre Kara y yo. En pocas palabras, estaba enfadada por encontrar a la reina de nuevo en problemas.

Vampira & No Apreciada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora