Último disparo (Steve Mcgarrett)

5

Estaba harta de las pastillas, muy muy harta, provocaban que tuviera sueño todo el santo día. El sol había provocado que cerrara los ojos y finalmente acabó quedándose dormida. Steve se había quedado pensando clavando la mirada en el horizonte, no sabía si quería estropearle la vida de aquella manera. Salir con alguien mayor era algo distinto, algo más grave, de otro calibre, ¿quería Steve ser el responsable de eso? ¡Diablos Steve ella ha dejado todo claro! Se revolvió el pelo dejando escapar un suspiro, su teléfono móvil sonó y vio el teléfono del gobernador -¿Señor? ¿Qué? –dijo tras escuchar sus palabras, colgó el teléfono con un notable cabreo y marcó el número de Danny.

-Danny, han disuelto el 5.0 –dijo -¿Por qué? –preguntó Danny desde el otro lado del teléfono –Se supone que mi vínculo con Wo Fat es peligroso para la isla y no quieren a alguien como yo dirigiendo un equipo para velar por la seguridad de la isla, por consiguiente ha disuelto el equipo –explicó cerrando los ojos, echó un vistazo hacia Samantha –Pero Steve... ¿Y si echas a Samantha? Es decir, ahora Wo Fat parece ir solo detrás de ella, habla con ella y comprueba si podría ser una solución... -dijo Danny con voz grave, Steve sabía que aquella proposición le dolía más a Danny que al propio Steve –Ya veré Danno, avisa a Kono y a Chin, por favor –dijo cerrando los ojos con fuerza y dejando el teléfono sobre la mesa.

Samantha notó como alguien se tumbaba a su lado y abrió los ojos lentamente, se sorprendió al ver a Steve en bañador y con un bote de crema en la mano –Si no te echas crema te quemarás y... Aunque me atraiga la idea de una Samantha caliente no es bueno para tu piel –dijo sonriendo de lado. Se echó algo de crema en la mano y tocó la ardiente espalda de Samantha –Ay, está frío –se quejó removiéndose, Steve colocó las piernas a ambos lados de la chica y se sentó sobre el final de su espalda, pero el peso estaba sobre los pies de Steve. Comenzó a masajear la espalda de la chica extendiendo la crema. Samantha simplemente dejó escapar algún gemido y disfrutó del masaje.

Se sorprendió a sí misma quedándose dormida, de nuevo, al notar a Steve tumbarse a su lado, lo vio mojado -¿Me he vuelto a dormir? –preguntó recibiendo una afirmación por respuesta –Lo siento...-dijo mordiéndose el labio inferior –No te preocupes, nos aseguramos de que duermes bien y no te despiertas en mitad de la noche, es algo tranquilizador hasta que estés curada – dijo acariciando su espalda, Samantha sonrió ante su roce, lo echaba tanto de menos. –El Gobernador ha disuelto el 5.0, estamos oficialmente sin trabajo –dijo rascándose la nuca con torpeza, Samantha parpadeó unas cuantas veces y después de la explicación de Steve carraspeó –Despídeme a mí, seguro que vale para que el equipo vuelva a estar en funcionamiento, yo soy el problema, ¿no? –preguntó alzando una ceja, Steve la miró –Me niego a despedirte, eres parte del equipo –dijo definitivamente.

Samantha negó –Si no me despides tú, dimitiré, no quiero que por mi culpa o por culpa de Wo Fat el equipo se disuelva, sería darle la partida... ¡Como tirar al rey en medio del juego! –exclamó poniendo los codos sobre la toalla y mirándole a los ojos, Steve negó –Tú, no hagas nada, por favor –dijo con un suspiro apartando la mirada de la de Samantha. Ella se mordió el labio inferior y se tumbó de nuevo con las gafas de sol puestas y tomó el sol durante un buen rato más, hasta que, de nuevo, se quedó dormida en la toalla. Cuando se despertó estaba en la habitación de Steve con una sábana por encima. Suspiró y se levantó, fue al bote de pastillas para ver cuantas le quedaban por tomar y solo había una pastilla más y dio un grito de alegría, a los segundos apareció Steve por la puerta -¿Qué? ¿Qué pasa? ¿Por qué gritas? –preguntó alarmado mirando la habitación con la pistola entre sus manos, Samantha lo abrazó -¡Solo me queda una pastilla de cada bote! No tendré que dormir eternamente, un día más solo – dijo sonriendo y apretándole fuerte, Steve suspiró aliviado y la rodeó por la cintura alzándola en el aire.