Estar en el hospital era algo que Samantha odiaba con todas sus fuerzas. En ese momento solo estaba pensando en su hijo, en que quería verle y esperaba que estuviese bien. También se estaba acordando de toda la familia del doctor Karev cuando se dedicó a tocar todas las partes inflamadas que tenía en su cuerpo. – Bueno, ya sabes que el dolor no se irá en dos o tres días, te voy a recetar un par de calmantes, uno lo puedes tomar para dormir bien y otro lo tomas si por el día el dolor se hace muy difícil de aguantar, ¿vale? – le preguntó y Samantha asintió.
La mandaron para casa y se pasó por la farmacia antes, Chin era quien la había llevado al hospital y era el encargado de que llegase a casa sana y salva – ¿Cómo te encuentras? – preguntó cuando la vio salir de la farmacia con una bolsa de papel – Parece que una manda de elefantes me ha pasado por encima – se quejó ella mientras sonreía – Muchas gracias por traerme a casa – le dio un beso en la mejilla y salió del coche para ir a su casa.
Cuando entró en su casa se encontró con Danny y con Steve jugando con John un suspiro de alivio al ver a su hijo, el pequeño se puso contento al ver a su madre y reclamó sus brazos – ¿Qué te ha dicho el médico? – preguntó Steve cuando le entregó al bebé y Samantha le mecía en sus brazos con suavidad – Me ha recetado calmantes y lo de siempre, reposo, pero dado que tú tienes mal el pie el único reposo que voy a hacer va a ser no ir al trabajo – advirtió alzando una ceja – Y Danny antes de que te ofrezcas a quedarte a ayudar yo te invito a que te sientes en el sofá a tomar una cerveza o a que te vayas a casa – le advirtió al rubio antes de que él se quejase con el dedo índice alzado hacia su dirección.
Se sentó en el sofá con John y jugó con él hasta que vio como bostezaba, Danny se había ido a casa después de cenar todos juntos y Samantha se había tumbado en el suelo a observar como John dormía. Steve se asomó a la puerta de la habitación del bebé y frunció el ceño – ¿Qué haces? – preguntó extrañado intentando no sonar a burla, Samantha se giró a mirarle y se encogió de hombros – Ver como duerme, transmite una paz que hoy me habría venido muy bien – murmuró con una voz muy tranquila, Steve frunció el ceño y, con cuidado, se tumbó a su lado.
Ella se giró para mirarle – Ahora eres tú el que parece tonto tumbado en el suelo – se burló ella mirándole a los ojos, Steve rodó los ojos y se acomodó a su lado – Hoy creía que no ibas a poder con ese animal Samantha – confesó Steve mirando a su hijo y luego besando la cabeza de Samantha – Sentía que no podía respirar cuando le veía golpearte una y otra vez – susurró, como si decir aquello fuese lo más grave del mundo. Samantha se giró para mirarle – Lo siento, tú no podías hacerlo con el pie... - se disculpó ella y Steve negó mirándola a los ojos.
– No lo digo para que te sientas mal o culpable cielo, lo digo porque no quiero que esto se pierda en todo lo que no nos decimos, no quería que no supieses que sentía que me moría si te perdía – Samantha le miró a los ojos unos segundos y dejó un beso en sus labios, un beso suave pero que transmitía todo el sentimiento que no eran capaces de decir. Se quedaron durante un buen rato observando a John dormir y Samantha se estaba quedando dormida en el pecho de Steve – Samantha, vamos a la cama – dijo Steve, Samantha se removió y acabó por levantarse del suelo, extendió las manos para que Steve se pudiese levantar también y se aseguró de que el pequeño estaba bien tapado.
Al llegar a la habitación Steve estaba ya tumbado en la cama y ella se decidió a ponerse una camiseta de Steve para dormir y se tiró en la cama – Te quedan mejor que a mí – aseguró el moreno y ella sonrió – Creo que mañana me voy a cortar el pelo – soltó Samantha tras un rato de silencio, Steve la miró y asintió – Genial cielo – dijo casi sin captar lo que decía, se estaban quedando los dos dormidos.
ESTÁS LEYENDO
Último disparo (Steve Mcgarrett)
Fiksi PenggemarElla hace lo que quiere, él impide que acabe muerta día tras día. Esta historia se desarrolla en la pequeña isla de Hawaii. ¿Quieres saber más? Solo tienes que empezar la lectura.