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A la mañana siguiente cuando Samantha se despertó Steve no estaba y el pequeño Liam tampoco, supuso que estarían investigando el caso y al niño se lo habrían llevado los de servicios sociales. Se levantó y se dispuso a hablar tanto con la madre como con los hermanos de Liam, el entierro sería esa misma tarde, estaban organizándolo todo y ella sentía que las paredes de la casa de la madre de Liam se le caían encima. –Samantha, sal a tomar el aire, no tienes buena cara –le dijo en el oído Ben, uno de los hermanos de Liam, ella asintió, no había hablado con Steve en todo el día y sería un buen momento para hacerlo.

Salió al jardín y, tras saludar a Henry (el otro hermano) se sentó en el columpio, más de una vez en los permisos que se cogían cuando eran pareja se tiraban noches y noches allí, hablando y diciendo tonterías. Cogió el teléfono móvil y justo en el momento en el que iba a marcar su número Steve la estaba llamando, la chica descolgó -¿Dime? ¿Cómo va el caso? ¿Habéis averiguado algo de los padres? ¿De quién era la sangre? –preguntó atropelladamente -¿Cómo está Liam? ¿Con quién le has dejado? Me podrías haber despertado... - murmuró la chica –Samantha para con las preguntas... ¿Te ha llamado tu padre? ¿Alguien de su círculo? ¿Tucker? –preguntó, consiguió que Samantha frunciera el ceño.

-Steve me estás asustando, ¿sabes algo de mi padre? –preguntó preocupada –No, no ha dado señales de vida, por eso quería saber si había hablado contigo... Te veo en un par de horas en el entierro de Liam... - susurró antes de que la chica colgara el teléfono. Se sentó en el columpio y, con los ojos cerrados, dejó que alguien empujara el columpio, al girarse se encontró con Wo Fat, se levantó alarmada -¿Cómo diablos tienes la desfachatez de aparecer aquí? ¿En su entierro? ¿En el día que todos lamentan no haber pasado más tiempo con él? Vete de aquí o no dudaré en meterte una bala entre ceja y ceja – sacó su arma con los nervios de punta y le apuntó a la frente.

-Sería muy divertido y muy mala idea que hicieras eso porque... Ahora mismo toda la familia que te queda, suponiendo que siga estando viva, está en mis manos, si yo muero, ellos mueren, si me haces daño, les hacen daño... Lástima Samantha, lástima que por tu culpa vayan a morir los tres... Sabes lo que quiero, dámelo... Tu vida por la suya- dijo divertido dándole un puñetazo en el labio, la tiró al suelo y cuando se levantó ya no estaba. Samantha se quitó la sangre del labio y entró en la casa de nuevo, en cuanto el entierro acabara se iba a ir, iba a buscar a su padre y a su hermano.

-Eh... ¿Qué te pasa? ¿Quién te ha pegado? –preguntó Danny cuando la vio entrar en la casa -¿Cuándo has llegado aquí? –preguntó Samantha confusa –Hace unos cinco minutos, Steve me ha dicho que parecías algo alterada y él no puede venir – musitó buscando su mirada –No, claro que no puede venir porque no puede considerar lo suficientemente importante decirle a su novia que Wo Fat tiene a su hermano y a su padre y puede que a otra persona más porque ha estado en ese maldito jardín hace nada – dijo más cabreada que una mona.

Danny frunció el ceño parpadeando unas cuantas veces –No te lo ha dicho por esto, porque estás teniendo un ataque de pánico y tu corazón va mucho más rápido – murmuró sacando a Samantha de la casa, la familia ya tenía suficiente con lo que había pasado como para tener que preocuparse por Samantha también. La abrazó con fuerza, con toda la fuerza que pudo y Samantha se fue relajando poco a poco. –Danny... ¿Crees que Steve me odiará si cambio mi vida por la de ellos? –preguntó tras un rato en silencio sin soltarle –No solo te odiará él, yo también lo haré, Chin lo hará y todos los que te conozcan lo harán –susurró dejando un beso en su frente.

Las horas habían pasado, se había puesto su uniforme y se dirigía al cementerio en el coche de Danny, cuando Steve la vio se acercó a ella para abrazarla pero Samantha se apartó –Cuando seas sincero conmigo quizás te abrace – le susurró de mala gana, caminó hasta la que iba a ser la tumba de Liam, la tumba de su primera pareja seria. Formó parte de la ceremonia como la Teniente que es y cuando todos se habían ido se arrodilló al lado de la tumba y la observó. Danny, Chin y Kono esperaban en el coche de Steve mientras él se plantó a su lado de pie, la observó con los brazos cruzados y esperó a que Samantha se despidiera de Liam –No quiero que te enfades conmigo por no decírtelo todo, es un día malo, muy malo para ti y no me sentía bien empeorándolo... No te enfades por favor –cerró los ojos poniendo una mano en su hombro. Samantha se levantó y lo abrazó escondiendo la cara en su cuello.

Último disparo (Steve Mcgarrett)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora