—... Entonces, ella solo dijo "es genial, Et". Fue como, ¿Qué carajos? ¿Te parece bien?
Lanzo otro trozo de galleta en mi boca y lo mastico con fuerza, como si eso liberara un poco de toda la frustración que estoy sintiendo ahora. Melissa suspira, tomando otro sorbo del frapuchino con su popote.
—Tienes razón, no está bien.
¡Al fin alguien me comprende! Sabía que no estaba equivocado, aunque sigue siendo confuso.
Entrecierro mis ojos hacia la chica frente a mi.
—¿Y qué piensas? —definitivamente necesito una segunda opinión.
—Que eres un idiota.
¿Idiota? Bueno, eso también lo dijo Sawyer.
—¿Podrías ser más específica?
—Si, claro —lanza un mechón de rizos rubios sobre su hombro antes de hablarme—. Eres un idiota por salir con una chica y pasar toda la cita hablando de otra.
Ah, mierda. Eso. Tengo qué concedérselo.
—Lo siento, tienes toda la razón, estoy... —dejo la frase incompleta, al tiempo que niego con la cabeza.
¿En qué carajos estaba pensando? Es obvio que no consigo hacer las cosas bien.
—Pero... —continua Melissa—. Es obvio que aún te importa, ¿Por qué no estás intentando volver con ella, en lugar de salir conmigo?
—Porque es confuso. —admito.
La Leila de antes era fácil de leer, sabía cómo iba a reaccionar. La chica que es ahora parece insegura incluso sobre si misma.
—¿Por qué es confuso? —sus cejas se alzan en interrogación—. ¿Ella quiere volver contigo si o no?
—No lo sé.
Y esa es la única certeza que tengo.
Melissa termina su frapuchino manteniendo sus ojos claros en mi, levantando los hombros ligeramente antes de sugerir.
—Pues averígualo.
Parece sencillo, estoy seguro que si le pregunto a Christian o a Luke me dirían lo mismo, que sea directo. Tal vez eso es lo que debería hacer.
Decido dar por terminado el tema y ahorrarle el sufrimiento a mi acompañante. Me ofrezco a pagar la cuenta de ambos cafés y postres porque sigue siendo una cita, aunque fuera una muy desastrosa.
Salimos de la cafetería y Melissa señala su auto al final de la calle. Es la tarde de un día lluvioso, así que está más oscuro que de costumbre y tal parece que la elección de mi cita de beber café fue la correcta.
—Entonces, supongo que no habrá otra cita. —dice, y sus mejillas se sonrojan.
—No lo creo, no.
—Tengo qué decir que ni siquiera es la peor cita que he tenido. —su mirada nerviosa va de un lado a otro, luego finalmente se clavan en mis labios—. ¿Al menos vas a besarme?
Oh.
Estoy a punto de preguntar si de verdad quiere que la bese cuando se acerca, poniendo sus manos sobre mi pecho con un ligero toque.
Es solo un beso, me repito.
Apoyo las manos torpemente en su espalda en un incómodo abrazo, luego presiono mis labios en los suyos, percibiendo el aroma a café. Supongo que está disfrutando el beso porque desliza sus manos más arriba, hasta la parte posterior de mi cuello para que no me aleje.
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Nuestro (Mío #4)
Fiksi PenggemarCuando tocas fondo, el único camino que queda es hacia arriba. Pero nadie dijo que corregir los errores que te llevaron ahí sería tan difícil. ~ • ~ La historia es mía, pero los nombres de los personajes pertenecen a EL James de su Trilogía "50 somb...