Cap.16

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Soltó un suspiro de alivio cuando por fin pudo abrocharlo, y fue que paso

Ella había dejado el volante y el auto se desvió de la carretera, cosa que no notó hasta que miro al frente luego de abrocharse el cinturón

-Oh, oh, oh –giró el volante todo lo que pudo, pero fue inútil, el auto se estampo contra una patrulla que los policías habían movido a la acera para despejarle el camino a las pequeñas, cosa que no termino resultando

El rostro de Samantha se estrelló de lleno con el volante

Todo daba vuelta a su alrededor

El insoportable pitido hacía que sintiera su cabeza explotar

Sentí algo líquido bajar por su rostro, no escuchaba nada más que ese insoportable pitido

Había agotado toda su fuerza, el dolor en su cuerpo se había triplicado, le estaba costando más de la cuenta tener los ojos abiertos, pero no podía darse el lujo de descansar, no hasta asegurarse de que estuvieran seguras

Sintió unas manos en su cuerpo y aunque trató de removerse para quitárselas de encima no lo logró

Sintió como la cargaban y la sacaban del auto

Abrió los ojos a duras penas y se encontró con el rostro angustiado de sus padres, se permitió relajarse

-S-sa...brina –dijo en un débil y dificultoso susurro

-Está bien, cariño, ahora estarán bien, lo hicieron bien –la voz de Jorge se escuchaba débil

Samantha estiró su mano hacía Sabrina, pero estaban lejos, no podía tocarla

Sus padres y sus tíos se dieron cuenta de lo que pasaba y no dudaron en acercar a las niñas, mientras esperaban a la ambulancia que ya debían de estar por llegar

Samantha entrelazo con fuerza sus dedos con los de Sabrina y se permitió descansar, ya estaban en casa

Sus ojos se cerraron y esta vez no pudo volver a abrirlos

*****

-¿Cómo están? –sus padres se levantaron en cuanto los doctores salieron de la sala en donde tenían a sus hijas

Ellos hablaron entre ellos y luego se fueron, así que solo quedo un doctor, el cual se había quedado para dar una explicación

-Ambas niñas por el momento están estables –aseguró –tenemos problemas para algunos exámenes porque aunque estén inconsciente, en cuanto las separamos, ambos signos se disparan

-¿Qué significa eso? –preguntó Samaira

-No podemos alejarlas porque sus signos vitales se disparan y es muy riesgoso, por que puede provocar un paro cardio-respiratorio en ambas jóvenes y no estaos muy seguros de si serán capaces de soportarlo en sus condiciones –habló el medico

-¿Cuál es la condición de ambas? –la pregunta de Leo hizo que el medico mirara su libreta brevemente

-Tienen contusiones y golpes, no tienen ningún hueso fracturado, lo cual es bueno, están deshidratadas, tienen anemia –se detuvo viendo a los fatigados padres –no tienen signos de violación –dijo escuchando como todos suspiraban aliviados

Samantha abrió los ojos a causa de los gritos de Sabrina

Se incorporó bruscamente, llevando una mano a su cabeza y miró al hombre que trataba de inmovilizar a su prima

-No me toques, suéltame –gritó Sabrina con desesperación

-No te haré daño linda, solo necesito tomar una pequeña muestra –el enfermero trató de tranquilizarla

Trastabillo un poco de la sorpresa, cuando sintió un peso en su espalda y luego el tirón de su cabello

-Te dijo que no la tocaras –chilló Samantha, mientras tiraba del cabello del chico y se aferraba más a él impidiéndole que pudiera quitársela de encima

Mordió el hombro del hombre, provocando que este gritara por ayuda, no podría quitársela de encima, no sin lastimarla

Sabrina trato de ayudarla, pero termino desplomándose en el suelo, esto provoco que Samantha soltara al hombre y corriera a ayudarla

-¿Estás bien? –preguntó agachándose para estar a su altura

-Me duele –lloriqueo llevando la mano a su estomago

-Está bien –susurró atrayéndola a su pecho

-No quiero que se acerqué, no quiero que me toqué –lloriqueó con más fuerza

-No lo hará –le aseguro la pequeña

En la habitación entraron más médicos y enfermeras a tratar de calmar a las pequeñas, pero no lograron hacer nada, no hasta que 2 doctoras entraron a la habitación

-No las lastimaremos –se acercó una a paso lento y alzo su mano sus manos para que las viera –solo queremos ayudarlas ¿está bien?

Samantha las miró con desconfianza y tras darle una mirada a Sabrina quién no dejaba de lloriquear, asintió con lentitud

Las dos mujeres se acercaron y dejaron a cada una de vuelta en su cama, las cuales acercó más por petición de Samantha

-Mi nombre es Leidy y ella se llama Aris –la doctora sonrió, mientras tomaba la muestras que necesitaban –y de ahora en adelante seremos sus doctoras ¿eso les parece bien? –preguntó y Sabrina asintió

Samantha la miró y de igual manera termino asintiendo

-¿Dónde están mis padres? –preguntó Sabrina media adormilada

-Están fuera –contestó Leidy –ahora, las llevaremos a hacer unos exámenes ¿podrán estar separadas unos minutos? –preguntó con suavidad

-No, no se la van a llevar –gritó Samantha alterada, al mismo tiempo en que a Sabrina se le alteraba la respiración

La doctora vio la negativa en ellas y sonrió para tranquilizarlas

-Está bien, entonces no les importara acompañar a la otra a sus exámenes ¿cierto? –cuestiono mientras Aris terminaba de ponerle el suero a Samantha, quién en cuanto escucho a su prima gritar, se lo había arrancado y había ido a ayudar

Las pequeñas asintieron y ella volvió a sonreír, mientras pedía silla de ruedas para trasladar a las pequeñas

Ambas niñas lograron tranquilizarse completamente luego de unos minutos

-Sam –la llamo Sabri cuando las llevaban a otro lugar

-¿Sí?

-¿Dónde están Lance, Lynn y Evan? –preguntó

Samantha la miro unos segundos y luego miro al frente, lo de ellas no era dar malas noticias

Sintió sus ojos aguarse, pero no quería llorar, sabía que su prima aún no está bien

"Porque estando a tu lado me siento segura"

La Infancia de la TenienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora