Cap.60

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Samantha Adams


-¿Quieres despedirte, amor? –observé a Maicol y Sebas a un lado de la caja

Terminé negando con cuidado y papá se arrodilló frente a mí

-Sabes que el abuelo te amaba mucho ¿cierto?

Fruncí los labios volviendo a mirar la caja desde una distancia prudente

El abuelo ya no quería estar cerca de mí

No voy a faltarle el respeto a su memoria de esa forma, él me quería lejos, entonces no pienso acercarme, puede molestarse desde donde sea que me esté viendo

-¿Quieres que vayamos a dar un paseo? –el tío Ed se detuvo a mi lado

Tomé su mano escuchando el suspiro de papá mientras se incorporaba

-Anda, ve con tu esposa que te necesita, Bri irá con los niños y yo me llevaré a Sam a pasear un rato, es bueno que le dé el aire fresco –palmeó su hombro con cariño

-Gracias –asintió y tras darme otra mirada fue con mamá

-Vamos –el tío Ed me brindó una pequeña sonrisa

*****

-¿Estás segura? –Preguntó el tío Ed –puedes venir conmigo unos días –volvió a decir –puedo pedir un permiso especial para que vayas conmigo al trabajo si quieres –trató de persuadirme

-No tengo ganas de salir, tío Ed –tiré más de la sabana cubriéndome hasta el cuello

-¿Estás segura? Sebas vendrá con nosotros ¿no quieres venir tú también?

-Está bien tío, me quedaré –murmuré

Suspiró sentándose a mi lado

-Si cambias de opinión, llámame ¿bien? No importa la hora, llámame y vendré por ti

-Está bien

-¿Quieres que te abrace?

-¿Puedes?

-Claro que sí, pequeña, claro que sí

Se acostó a mi lado y me abrasó aunque la sabana era una pequeña barrera entre ambos

-Duerme un poco, estaré aquí contigo

*****

Observo a mamá siendo sostenida por papá y la tía Sarah por el tío Leo quién apareció hace tan solo unos poco minutos

Sin querer ver más la escena desgarradora de dos hijas despidiéndose de su padre camino hacía donde Maicol quién permanece con la cabeza gacha

Sin decir palabra dejo caer mi frente en su pecho y me aferro a él cerrando los ojos, suspiro cuando siento como también me rodea con los brazos acercándome más a él

-¿Quieres que vayamos al auto? –pregunta en voz baja

-Solo quiero que me abrases

-Está bien

Nos tuvimos que trasladar de ciudad para el entierro, ya que la abuela fue enterrada en la ciudad en la que vivían antes y el abuelo siempre dijo que la enterraran junto a su esposa para descansar junto a ella

Así que eso fue lo que hicieron sus hijas

*****

-¿Dónde están las pastillas? –le pregunté a la tía Sarah en voz baja

La Infancia de la TenienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora