Cap.24

861 104 35
                                    


Sabrina se encontraba con la mirada perdida en algún punto mientras se aferraba a la mano de Samantha, quién escuchaba a Maicol que le leía un libro en voz alta, Sebas por el contrario estaba enfrascado en unas hojas y colores que una enfermera amablemente le había dado

Teo y Sarah, estaban junto a Sabrina pero no parecía que eso fuera lo que necesitaba...no era a ellos a quién necesitaba

Jorge y Samaira, estaban junto a sebas, que se encontraba concentrado dibujando

El abuelo por otro lado estaba comprando que comer para todos

-¿Y si compramos un castillo? –la voz de Sabrina hizo que todos dejaran de hacer lo que realizaban y le prestaron atención a lo que decía

-¿Por qué quieres un castillo? –Samantha frunció el ceño

-No lo sé, son lindos...supongo –se encogió de hombros –oh, y me gustaría ponerle un vestido a papá, a tío Jorge, a sebas y a Maicol –asintió para ella misma –y luego nosotras nos vestimos de caballeras y vamos a salvarlos de los dragones malvados, que serán mamá y la tía Samaira

Samantha se quedó en silencio

-¿Y el abuelo es el brujo? –cuestionó Samantha

-Sí –Sabrina asintió de acuerdo

Ambos se miraron unos segundos y supieron exactamente cuál sería su próximo movimiento

-Mamá, papá ¿nos compran un castillo? –justo en ese momento venían entrando las doctoras

-Así que un castillo, eh –habló Aris sonriendo

Los padres respiraron más tranquilo ¿Cómo podrían comprarle un castillo? Era imposible

-Sí, pero somos pobres –Samantha se encogió de hombros

-Yo me conformó con ir a Nueva Zelanda –habló Sabrina

-¿Nueva Zelanda? ¿Por qué ese lugar? –preguntó Teo

-Por la playa Muriwai –contestó Samantha con obviedad

-Aquí hay muchas playas –respondió Jorge

-Sí pero no tienen la arena negra –habló el abuelo entrando –es una playa verdaderamente hermosa, la vista es magnífica –sonrió –y las chicas quieren viajar a ella cuando sean mayores, porque quieren que ese sea su primer viaje solas y juntas –sonrió –creo que dijeron que antes de entrar a la universidad

-Eso mismo –Sabrina asintió

-Tomaremos un año para descansar –Samantha continuo

-Un año Sabático –habló Samaira sonriendo

-¿Así se dice? –cuestionó Sebas inmiscuyéndose en la conversación

Su madre asintió con una sonrisa en el rostro, pero hubo algo que nadie notó, nadie excepto Samantha

Las caras de la doctoras se habían ensombrecido en cuanto les dijeron de sus planes de lo que harían antes de entrar a la universidad

En ese entonces no pudo entender por qué las caras

Ambas sonrieron como si no hubiera pasado nada, pero tenían algo claro, las probabilidades de que esa niña venciera el cáncer era baja, muy baja

Pero no le quitarían las esperanzas a esa familia, ellos habían informado todo, y no se lo estarían repitiendo a cada rato, los milagros existían y aunque la probabilidad era poca, por lo menos si tenía posibilidades, pocas pero las tenía

-Claro –Sarah se rio --¿y ya pensaron como van a pagar su viaje? –cuestionó

-Trabajaremos –contestaron ambas al mismo tiempo

-¿Y de que trabajaran? –cuestionó su abuelo divertido

-Le daré clases a mi compañeros –dijo Sabrina sin darle importancia

-Y venderemos las tareas y los trabajos –continuo Sam

-Y tendremos a todos informados de todo lo que sucede –siguió Sabrina

-Se refiere a que venderá información personal de estudiantes, a otros estudiantes –Samantha hizo un ademan –yo soy buena gritando, seré una buena motivadora

-Sí lo serás –Sabrina le sonrió emocionada

-También –sabrina se quedó en silencio unos segundos

-Trabajaremos todos los veranos y tendremos trabajo comunes –siguió Sam

-De aquí a que nos graduemos ya seremos ricas... ustedes nos mantienen así que no gastaremos ni un peso de nuestras ganancias –Sabrina sonrió

-Ahorraremos cada peso –terminó Samantha

Todo quedó en silencio, los padres y las doctoras estaban impresionados con todos los planes que ya tenían

-¿Y qué piensan estudiar? –preguntó Maicol

-Yo seré empresaria, tendré mi propia empresa y seré rica –Samantha se apresuró en decir –voy a ser la mejor de todos, voy a ser la dueña de todo

-Y yo me voy a ir de gira con Maicol –habló Sabrina

-No te quiero, haz tu propia gira –Maicol le sacó la lengua

-Cállate, tú me amas y admite que te quieres ir conmigo –Sabrina arrugó su rostro

-No, no quiero, te voy a tener que cuidar –se quejó Maicol

-Sabrina no necesita que nadie la cuide, ella puede sola –se apresuró en decir Samantha –al contrario, ella terminara cuidando de ti

-Eso mismo –dijo Sabrina –pensándolo mejor me voy sola, no quiero hacer de niñera

-Y tú Sebas –su abuelo lo miró

-Yo seré el hermano mantenido –se encogió de hombros –me la pasaré todo el día dibujando y gastaré el dinero que ellos ganan con tanto trabajo –sonrió emocionado

-No me molesta eso, pero si te casas tendrás que hacer tu propio dinero –Sabrina se cruzó de brazos –y tengo que aprobarla al igual que Samantha, no te puedes casar con cualquier chica, es más ni siquiera te dejaré casarte

"Por esos sueños que no pueden ser alcanzados"

"Por esos planes que quedaron inconclusos"

"Por ese amor que no se desvaneció con nada, ni siquiera con la muerte"

"Por qué la vida decidió separarlos, pero la muerte algún día los volvería a unir"

La Infancia de la TenienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora