Cap.62

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Samantha Adams


-¿Cómo te sientes, princesa?

El tío Ed asoma la cabeza dentro de mi habitación

-Bien

-¿Puedo pasar? –Preguntó sonriendo y asentí --¿Dónde está tu mantita?

-Papá dijo que iba a lavarla y me la devolvería luego –murmuro dejando el lapicero en el escritorio --¿necesitas algo, tío Ed?

-¿Pero puedo pasar o no? –frunció el ceño

-Está bien –asentí

Pasó cerrando la puerta detrás de él y sentándose en el borde de la cama

-Quería hablar contigo sobre algo

Su cautela provocó que le prestara toda la atención que podría brindarle a alguien

-¿Sobre qué?

-La policía a veces no hace su trabajo bien, así que yo estuve investigando un poco por mi cuenta sobre...

-El secuestro –completé y el asintió

-Y gracias a la memoria que me diste avancé muy rápido en esa investigación –me miró –es algo muy grande, Sam, no tienes idea de todo lo que eh averiguado

Fruncí el ceño confundida

-¿Qué memoria?

Ahora que fruncía el ceño era él

-¿No recuerdas a la memoria que Lance te dio? –preguntó en voz baja

Negué con cuidado y vi cómo se iba poniéndolo pálido

-Y a Lance ¿lo recuerdas? –Me preguntó

-¿Lance?

Suspiró asintiendo energético 

-Sí, Lance, me dijiste que él te ayudó a escapar –aseguró

Fruncí el ceño porque había algo de reconocimiento en mi interior hacia ese nombre, pero...no lo recordaba

-No...no sé quién es Lance

-¿Y Evan?

-¿Quién es Evan?

Sentí mi corazón acelerarse por alguna razón

-No lo sé, pero tú lo mencionaste, dijiste que él estuvo contigo en ese lugar, y también unas chicas llamadas Jessi y Lynn

Hice un esfuerzo por recordar pero nada llegó a mí

-No sé quiénes son tío –terminé diciendo

-Sam, amor, luz de mis ojos ¿Recuerdas el secuestro?

-Sí –asentí

-¿Qué recuerdas exactamente?

-Sabri y yo estábamos en el parque –empecé a hablar y él asintió –y nos alejamos más de lo que podíamos hacerlo –volvió a asentir –y luego dos hombres malos nos llevaron

Me detuve dándome cuenta de un detalle

-¿Qué más?

-Luego tomé el auto del abuelo y conduje de vuelta –terminé

-¿Y cómo saliste del lugar donde te tenían? ¿Recuerdas algo más?

Volví a esforzarme

-Nos llevaron a otro lugar y nos empezaron a hacer preguntas y... --llevé las manos a mis cabeza –ya no quiero seguir recordando –me negué empezando a hiperventilar

La Infancia de la TenienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora