Samantha Adams
-¿Cómo te sientes, princesa?
El tío Ed asoma la cabeza dentro de mi habitación
-Bien
-¿Puedo pasar? –Preguntó sonriendo y asentí --¿Dónde está tu mantita?
-Papá dijo que iba a lavarla y me la devolvería luego –murmuro dejando el lapicero en el escritorio --¿necesitas algo, tío Ed?
-¿Pero puedo pasar o no? –frunció el ceño
-Está bien –asentí
Pasó cerrando la puerta detrás de él y sentándose en el borde de la cama
-Quería hablar contigo sobre algo
Su cautela provocó que le prestara toda la atención que podría brindarle a alguien
-¿Sobre qué?
-La policía a veces no hace su trabajo bien, así que yo estuve investigando un poco por mi cuenta sobre...
-El secuestro –completé y el asintió
-Y gracias a la memoria que me diste avancé muy rápido en esa investigación –me miró –es algo muy grande, Sam, no tienes idea de todo lo que eh averiguado
Fruncí el ceño confundida
-¿Qué memoria?
Ahora que fruncía el ceño era él
-¿No recuerdas a la memoria que Lance te dio? –preguntó en voz baja
Negué con cuidado y vi cómo se iba poniéndolo pálido
-Y a Lance ¿lo recuerdas? –Me preguntó
-¿Lance?
Suspiró asintiendo energético
-Sí, Lance, me dijiste que él te ayudó a escapar –aseguró
Fruncí el ceño porque había algo de reconocimiento en mi interior hacia ese nombre, pero...no lo recordaba
-No...no sé quién es Lance
-¿Y Evan?
-¿Quién es Evan?
Sentí mi corazón acelerarse por alguna razón
-No lo sé, pero tú lo mencionaste, dijiste que él estuvo contigo en ese lugar, y también unas chicas llamadas Jessi y Lynn
Hice un esfuerzo por recordar pero nada llegó a mí
-No sé quiénes son tío –terminé diciendo
-Sam, amor, luz de mis ojos ¿Recuerdas el secuestro?
-Sí –asentí
-¿Qué recuerdas exactamente?
-Sabri y yo estábamos en el parque –empecé a hablar y él asintió –y nos alejamos más de lo que podíamos hacerlo –volvió a asentir –y luego dos hombres malos nos llevaron
Me detuve dándome cuenta de un detalle
-¿Qué más?
-Luego tomé el auto del abuelo y conduje de vuelta –terminé
-¿Y cómo saliste del lugar donde te tenían? ¿Recuerdas algo más?
Volví a esforzarme
-Nos llevaron a otro lugar y nos empezaron a hacer preguntas y... --llevé las manos a mis cabeza –ya no quiero seguir recordando –me negué empezando a hiperventilar
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La Infancia de la Teniente
Teen FictionTercera parte de La Nerd Militar... "La mejor manera de manejar el dolor es sostener la mano de quién más quieres y darle un apretón, para saber que está ahí y que no se va a ir, que va a seguir contigo" prometí siempre sostener tu mano, prometí sie...