Cap.8

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Chuck volvió, pero no lo hizo solo, lo hizo con cinco personas más, Chad, Zachary, Leon, Jaydon y Bean

Tenían un objetivo, asustar a las niñas para que hablaran, mientras se divertían

Cuando entraron Jessi ya sabía que pasaría, por lo que miro a las pequeñas, Sabrina estaba profundamente dormida en el pecho de Evan y Samantha también estaba recostada en su pecho, pero había sido Evan quién la dejo en esa posición protectora, cuando los hombre entraron a la habitación

-No –Jessi negó mientras con pocas fuerzas se paraba protectoramente frente a los chicos

-Ya que estás tan empeñada en protegerlas, tú nos complacerás –dijo Chuck halándola por el brazo hacía donde estaban todos

Ella solo se quedó quieta, ya esto había pasado antes, y sabía que si se resistía sería peor y más doloroso, solo cerró los ojos y espero a que todo terminara

Evan abrazaba contra su pecho a Sabrina y Samantha, impidiendo que ellas vieran la atrocidad que esos hombres estaban haciendo

Sabrina no se enteraba de nada, porque seguía dormida, en cambio Samantha lloraba en silencio y no paraba de temblar, mientras se aferraba a Evan

Solo se escuchaban los gritos de Jessi por toda la habitación y el sonido de la carne chocar contra la carne, aparte de los gruñidos que soltaban los hombres de vez en cuando

-Evan –lloriqueo Samantha

-Ya está cariño, pronto acabara –dijo con la voz rota, él también estaba a punto de llorar

No es fácil ver como violan a una persona frente a tus ojos y saber que no puedes hacer nada en absoluto, porque si aunque sea lo intentas sabes que solo le harán más daño

Y el pequeño Evan tenía algo en claro, quería proteger a Samantha de todo lo que él ha vivido, a ella y a su doble que cambia de ánimo cada segundo

Él estaba concentrado en abrazar a las dos niñas y no levantar la mirada nuevamente

Él pequeño no podía entender como alguien podía lastimar tanto a una persona, a niños, se supone que los adultos deberían protegerlos, no dañarlos, deberían de mantener ese brillo de inocencia en la mirada de cada niño

Deberían de hacerlos felices, enseñarles a ser buenas personas, honestas, solidarios, respetuosos, responsables, sobre todo feliz, deberían de hacer que tuvieran una infancia feliz, no una que quisieran olvidar

Y llego el momento, por fin habían terminado, Jessi no tardo en volver a vestirse, con dificultad, todo su cuerpo dolía a horrores y le costaba mucho moverse, pero no quería que las niñas la vieran desnuda

Ella miró a Evan, quién tenía la mirada gacha, era de alguna forma para no ver su desnudez, aunque ya no lo estaba, pero él no lo sabía

Quiso hablar, y decirle que ya podía mirar, pero estaba muy cansada, demasiado cansada, no le quedaban fuerzas, solo quería dormir, dormir y no volver a despertar

Y así lo hiso, cerró sus ojos para dormir tranquila

Estaba teniendo pequeños recuerdos, casi no recordaba nada, pero sabe que fue feliz, antes de estar en ese lugar ella era feliz, muy feliz

Recordaba vagamente el perfume que su madre usaba todos los días y que tanto le gustaba o la voz de su papá contándole un cuento para que durmiera

Recordaba sus salidas al parque, y como sus padres jugaban con ella sin importarles ensuciarse o verse inmaduros, siempre la consentían

También recuerda sus tardes de juego con sombritas, así se llamaba su perro, era un hermoso cachorro

Y recordó un accidente, él accidente en donde vio a sus padres y su perro morir, luego de eso despertó en un hospital, donde la hermana de su padre le dio la noticia y cuando volvió a despertar estaba en este lugar

Y entonces... Sucedió, una pequeña sonrisa se deslizo por sus labios mientras sentía como su corazón daba su último latido, pero estaba feliz, por fin estaba feliz, al fin se podría reunir con sus padres

Estaba tan feliz, incluso podía verlos, a la orilla de su playa favorita, a esa que iban todos los fines de semanas, estaban en la orilla, mientras la esperaban sonrientes, y a su lado esta...Sombritas

Todo estaba borroso a su alrededor, lo único que podía ver era a ellos, sonrío ampliamente mientras acudía a su llamado y los abrazaba, por fin, por fin volvían a estar juntos

La Infancia de la TenienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora