𝐅𝐎𝐑𝐄𝐕𝐄𝐑. ˚୨୧⋆。˚ ⋆ [La ausencia del clan Denali en la batalla contra neófitos ayudó aún más de lo esperado...]
Pero claro, el beneficio se ve desde la perspectiva de un inefable y solitario inmortal, quien creía que ya no le quedaba más que pa...
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*:・゚✧*:・゚ Que graciosita.
—Isabella Swan, no me quieras pegar la fiebre del casamiento, un matricidio a la vez.
—Pero-June! Que las bodas no son la gran cosa no significa que no tengan su valor... sentimental. No te gustaría vivir así con Jasper?—palmea su lado en la cama para que ocupe aquel lugar, viajo unos pasos hasta allí confiada y tomo la palabra.
—Puede ser, algún día... pero no hablemos de mi. Mejor dime porqué no estas tu planeando tu boda? o mejor, escupe el chisme, el-sin-camisa como está? ya se enteró?—ruedo sus ojos pegando su espalda al respaldo de su cama, deja salir un suspiro y con eso me basta para entender que el chisme se viene pesado.
—Todavía no, es decir, ya sabe que va a suceder solo que no tan... rápido.
—Un mes es un mes, seguro lo va a superar, no lo subestimes. O quien dice se mata.—deje salir una risa, más la cara consternada de Bella muestra que no le pareció muy buen chiste.—Obvio que no se va a matar, tarada.
—No, ya sé. Es solo que... jamás me va a perdonar, no quiero perderlo.
Estaba tensa, con mi don la obligué a sacar de su mente este tema por un tiempo, por lo menos aquella tarde que pasamos juntas, le conté detalles de mi vida, ya había hablado con mi familia y quedé en visitarlos la próxima semana, luego nos veríamos en la boda.
Ya parecía oficial mi estadía con los Cullen, o mejor dicho, con el muchacho Hale. Estaba feliz. Estábamos oficialmente juntos. Quería invitarlo a que viniera a ver a mi familia junto a mi.
Bella hizo catarsis sobre su relación con Edward, habían algunas cosas sobre las que estaba insegura, como temas de la Luna de Miel.
Le conté sobre todo lo que habíamos hecho con Alice, estaba relajada de que su boda quedaba en buenas manos. Y aprovechamos un rato de la noche para analizar bien la lista de invitados a quienes pronto se les sería enviada la carta de invitación a la boda.
Esa fue el primer momento juntas de calidad, siendo como éramos, me hizo sentir en buena compañía.
Era miércoles, casi jueves, y estoy por entrar al auto de Jasper, un poco nerviosa. Serían unas horas de viaje hasta llegar donde antes vivía.
—Creo que me van a matar. Byebye Juni.
—¿Qué?—pronuncia desconcertado mientras entraba al auto desde el asiento del conductor.— Cuando los llamaste se los oía bastantes felices de volverte a ver, y de que estés sana y salva, conmigo.
—Si, seguro. Pero no creo que se hayan olvidado de que hace un tiempito nomás me fui de la casa en contra de su permiso y deseo, todo para enfrentarme a algo que podría haber acabado conmigo.—el rugido del motor hizo que me dedicara únicamente a la carretera que se nos aproximaba, horas de ella.
Lo que daba más miedo de ver a mi familia de nuevo era lo que debía afrontar con ello, ya no estaría más a su lado, no como antes... todos los días. Ahora estaría con Jasper. Y definitivamente no lo cambio por nada, así estoy feliz. El me hace feliz.
La mentira, debía ocultarles lo sucedido en la pelea, Irina ni nadie debía enterarse de que los lobos que terminaron con la vida de Laurent estaban aliados con los Cullen para llegar a la victoria contra los neófitos.
Sería un caos de tamaños bíblicos en la residencia Denali.
—Jasper, cielo, amor, por lo que más quieras, por mi. Prométeme una cosa...
Mi repentina salida de mi estado de seriedad y conflicto parece sorprenderle, me dedica una mirada altanera junto a una ceja alzada. Madre mía.
—¿Ahora que quiere de mi, mi señorita?—se inclina a dejar un beso en mis labios, el muy lindo.
—Que no les digas nada de la pelea, cero detalles sobre los hombres lobo, evitar todo eso.
Su rostro se muestra confuso, hasta que lo ayudo a atar ciertos cabos, por su bien y el mío claramente acepta. Posa su mano en mi muslo izquierdo, una corriente placentera me recorre. Todo estaría bien, o se convertirá en una telenovela. Drama por doquier.