𝐅𝐎𝐑𝐄𝐕𝐄𝐑-jasper hale.

𝐒𝐄𝐈𝐒

Ya casi era el día.

La batalla era dentro de muy poco y no había tiempo para pensamientos negativos, de todas formas, tampoco había vuelta atrás. La incertidumbre y tensión se sentían palpantes entre el aquelarre Cullen.

Luego de que la cacería se había llevado a cabo, en la casa pude socializar y relacionarme más a fondo con parte del clan, especificamente Rosalie, con quien estuve compartiendo tiempo gran parte de la mañana mientras su esposo, el grandulón Emmett, jugaba videojuegos. Estuvimos charlando sobre nuestra vida antes de conocernos, el porqué le caía mal Bella e incluso intercambiamos palabras sobre Jasper, timidamente le comenté el tiempo de calidad que pudimos encontrar a pesar de las circunstancias, y las risas empezaron cuando yo admití que la primera impresion mia de Emmett era que hasta podía llegar a parecerse a un transformer.

De Jasper ni noticias, se mantuvo alejado preparandose mentalmente para el día y repasando sin fin el plan de enfrentamiento, todo iba a estar bien, debía salir bien.

Parecía a propósito que todos estuvieramos planeando vestirnos de negro, desde un pensamiento mas macabro era como si estuvieramos de luto, porque sea quien sea, vidas iban a ser aniquiladas.

Caminando por el bosque se oia el rugir del viento, no podía imaginar como estarían la pareja a tal altura cuando debieran estar en el campamento antes y durante la batalla, debía agradecer que con la condicion de vampiro no afecta el clima.
Había decidido salir para disfrutar de la bella naturaleza de Froks.
La calma del ambiente y mi guardia baja quedan en el pasado cuando oigo a alguien aclararse la garganta, avisando que estaba acompañada.

—Por Zeus, Jasper, porqué tan sigiloso? me estas acechando?—con voz baja comento junto con una mano en el pecho, teatralizando un poco la escena, le dedico una sonrisa apenas veo una igual formandose en su rostro. Noto como se acerca sutilmente, una corriente de paz me atrapa, sé que proviene de su don.

—Para nada, lamento asustarla si así fue, señorita, no era mi intencion.—rápidamente se encuentra a centímetros de mi cuerpo, podía ver la tenue luz de la luna reflejada en sus facciones, acentuando leves destellos. Sus ojos miel conectados con los mios, levemente más amarillentos, me hacían olvidar de mi alrededor, eramos solo nosotros dos.—No puedo permitirme que algo te suceda, nada, no ahora que te encontré.

Sus finos dedos acarariciaban un mechon al azar de mi cabello.—Nada sucederá, sé cuidarme. Oh y dirás, no ahora que yo te encontré.—repliqué con enfansis en "yo", ya que en efecto yo fui a su encuentro aqui en Forks. Su sonrisa hacía que me derrita por dentro, no había posibilidad alguna de que el cielo sea otra cosa que estar a su lado.

—Bésame.—¿acaso fué muy apresurado? Por favor, que lo necesitaba. Por un segundo lo noté dubitativo. Me separo unos centimetros, pero se sintieron como kilometros.—Vamos...¿que sucede?

—No sucede nada, solo no quiero que desees aquello por miedo a lo que suceda mañana, no.—me quedé observandolo, sus facciones se tiñeron de pena y no quería cuasarle eso.

—No pienses eso, no es por nada de la batalla, es por nosotros. Te quiero. Lamento si te tomó por sorpresa.—no quería que vayamos rápido, pero sé que el sentimiento que albergamos dentro no era muy facíl de contener.—No pretendo que sea un beso de despedida por si acaso, ni nada, solo deseo que sea el primero de tantos que quiero tener contigo.

Vamos hazlo, sin miedo.

Sonrío al verlo evitando la compulsión, es una lucha interna, dejo de insistirle, tampoco quisiera obligarlo, sin embargo, repentinamente y fuera de la manipulacion, corta todo centrimetro de separacion entre ambos, dejándome entre la corteza de un hermoso arbol y su cuerpo.

—No pretenda manipularme, menos si no es necesario. June, no sabes cuanto anhelaba tenerte y estar contigo así.—susurra mientras ambos brazos me dejan sin escapatoria, inhala mi aroma para luego dejar un simple beso en mi mejilla, yo estaba entregada a su tacto y a su cercanía.

—No la haces muy facil tampoco, ya casi se presenta el amanecer.—menciono pasando mis brazos por su cuello, la suavidad de su cabello hacia que mis manos se tentaran a acariciarle.

Sin emitir mas palabras ni dejando pasar muchos segundos más, toma la inicitiva y nos sumergimos en un beso, un beso lleno de necesidad, nos haciamos falta, no cabia mucho lugar para la ternura en un momento así. Sentía la humedad de sus besos recorer mi cuello desde la mandibula hasta el escote de lo que llevaba puesto, se escuchaba la corteza del arbol crugir ante la presion de nuestros cuerpos contra este.

Alzó mis piernas alrededor de su cintura, por fin lograbamos estar a la misma altura, sentía que nuestros cuerpos estaban hirviendo de la intensidad que manejaba el momento. Se anularon mis sentidos, y solo podía percibir lo que nuestros cuerpos respectaba, la pasión que nos sumergía, y la posesion de mi cuerpo por él, nada más allá.

Al parecer lo que estaba sucediendo en el bosque aquella terminada noche era la verdadera preparacion para la batalla, y no solo la de neófitos, si no al enfrentamiento con los sentimientos y lo que nos deparaba el futuro.