𝐅𝐎𝐑𝐄𝐕𝐄𝐑-jasper hale.

𝐃𝐈𝐄𝐂𝐈𝐎𝐂𝐇𝐎

La manada se había enterado de embarazo de Bella, y como si todo no pareciera dirigirse a un futuro incierto e incluso aterrador, pretender enfrentarnos. Lo único que faltaba.

Jacob les contó el día que visitó a Bella, pero inmediatamente vino a confesarnos lo que planeaban. Estaba de nuestro lado, y junto a el estaban Seth y Leah, aunque ella se mantenía bastante alejada y arisca a tratar con nosotros.

—Sam ya perdió el elemento sorpresa y no querrá enfrentarlos si lo superan en numero.—el hombre lobo se hallaba junto a nosotros en una de las habitaciones comunes de la residencia Cullen, el sonido del chispeante fuego en la chimenea me relajaba, más lo que tendríamos que enfrentar no.—Definitivamente no vendrá por ustedes de forma directa, buscará rodear el territorio y encontrar cualquier oportunidad para atacar.

—Tendremos que pelear.—comenta decidido Emmett junto a Jasper. Eran los únicos que se mantenían en pie. Yo por mi parte me encontraba sentada junto a Carlisle y Esme, apoyando mi cabeza sutilmente en su hombro. Que fastidio no tener una temporada de descanso, en pocos meses había puesto en peligro mi vida y salud más de lo que podría contar en las ultimas décadas.

—No va a haber ninguna pelea.—dictaminó el patriarca Cullen.—No romperemos el tratado.

--Pero...Carlisle, ¿Cómo vamos a cuidar de Bella y de todos nosotros si pretenden atacar?—levanto mi cabeza desde donde descansaba en el hombro de Esme, lo miré consternada. Esto no pintaba nada bien.

—No se preocupen por eso, Sam piensa que el tratado ya no es válido.

La voz de Jacob dejando salir aquella información causó unos segundos de silencio, supongo que eso lo cambiaba todo.

Por primera vez en la Reunión, Esme opina.—Nosotros no creemos eso, seguiremos con lo pactado. Mantendremos nuestra posición.

—Carlisle, realmente nadie ha cazado en semanas, tenemos que hacer algo.

Emmett sonaba preocupado, como todos, podía notarlo en las facciones de mi novio, esta situación junto a todo lo que debe sentir cada uno parecía afectarle. En lo que terminaba aquella reunión, ahora llena de incógnitas, no pudimos hacer nada más que agradecer la ayuda que nos proporcionaba Jacob, estar consientes de lo que se nos venía como objetivo era primordial para saber como enfrentarlo.

Irme de aquella habitación significaba trasladarme a donde quiera que esté Bella, quien estaba acompañada por Rosalie, al final solo nosotras dos parecíamos entender y empatizar con las decisiones de la humana.

En camino a buscarlas decido primero pasar por mi habitación, que novedades, ya no era la de invitados, si no la de Jasper.

Dedico unos segundos a apreciar mi reflejo en el espejo que se hallaba en un costado de la habitación, era grande, lo suficiente como para no perder detalle de nada, cosa de la que me arrepentía al ver mis ojos oscuros. Emmett estaba en lo correcto cuando dijo que no cazábamos hace tiempo.

—Estuviste muy al pendiente del embarazo de Isabella, June.—reconocería su voz en cualquier lado, y el tinte de reproche solo me causó una leve sonrisa. La figura de mi amado se presenta a unos centímetros de distancia de mi, lo veo a través del espejo.—Ni siquiera viniste a cazar la última vez, te ves peor que la mayoría de nosotros.

—Oh, wow, que tierno, agradezco la dulzura de tus palabras, amado mío.—comento irónica, pensaba en sacarle una sonrisa, pero no cambió su semblante serio. En mi mirada no había rasgos notorios de cansancio, sin embargo, todo lo delataba lo negro de mi ojo, no se diferenciaba la pupila de su alrededor.—Estoy bien, lo juro.

—Bella aun es humana, hace semanas no pruebas nada... No estoy haciendo alusión a nada, pero creo que deberías tomarte un respiro, dejar de estar tanto a su lado.—intenta que suene con delicadeza, mi mirada acusadora se clava en su nuca mientras dejaba mi lado para sentarse sobre el final de la "no se ya que número" cama, esta había sido renovada hace más de una semana, tiempo el cuál dediqué a estar con mi amiga y claramente no en compañía de mi pareja.

—¿Te sientes un poco agobiado de estar a su lado? Sé que solo estás allí por mi, no hace falta...—me acerco a paso suave hasta quedar frente a él, su forma de sentarse con las piernas levemente entreabiertas me dejan espacio suficiente para, estando parada, colocarme entre ellas. Desde ese punto de vista era el único momento donde parecía más alta que él, tracé un camino con mi mano desde su mandíbula, mejilla, hasta su cabello.—Lamento no poder estar contigo como debería, prestarte la atención necesaria... aquella que deseo darte.

Sus manos se posicionaron en los costados de mis muslos, haciendo un camino que subía y bajaba desde aquella zona hasta mis caderas.

—Quédate conmigo hoy, lo que resta del día.—casi sonaba como una súplica, sin embargo el anhelo en sus ojos parecía desear tener mi don para la compulsión, con tal de mantenerme a su lado.

No necesitaba manipular mis emociones, sabía que me sentía igual que el.

El hambre y sed parecían insaciables en estos días pasados y venideros, aunque este tiempo juntos por lo menos dejaría saciar el deseo que nos aguantábamos hace días.