𝐂𝐈𝐍𝐂𝐎

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—Me encanta el bosque, no es el claro mas bello que vi en mi vida, pero me gusta.—comento con una sonrisa al llegar junto a Edward, Bella y Jasper al lugar donde se efectuaría la batalla. Debíamos encontrarnos con uno de los hombres lobo mas joven, el mas cercano a Bella, quien suponía ayudarnos.

—No te hagas mucho la idea de nada June, probablemente luego de la lucha este lugar quede destrozado.—la respuesta de Edward me toma de sorpresa, apenas me había hablado desde que llegué, se me cae la sonrisa.

—No bueno, gracias, cuanta positividad en tu aura, muy lindo.—comento sarcásticamente, pude oír una leve risa de parte de los presentes, pero la charla termina ahí.

El cielo mantenía su característico color gris, con sus diversas tonalidades, pero lo cierto es que casi nunca parecía dar lugar al sol, a un día más cálido.

Desde este punto los arboles eran altísimos y se moldeaban según los puntos del bosque y las montañas nevadas.

En la lejanía, pero cada vez más cerca, se veía llegar a nuestro encuentro a, según me contó Alice, el hombre lobo Jacob Black. También me contó que no se llevaba del todo bien con el novio de su amiga, ya que él estaba enamorado de ella.

De todas maneras, pienso que es lindo de su parte ayudar a superar y enfrentar a los neófitos, hay que cuidar de Bella y de toda la ciudad, que también podía verse implicada si las cosas no se controlan y salen mal.

—Ni lo digas.—responde el lector de mentes en voz alta hacia mi persona, lo veo sorprendida, a pesar de saber de su habilidad no esperaba que estuviera realmente oyendo todo.

—Puedes...no quiero que suene mal, pero podrías no meterte en mi mente? Hay cosas privadas ahí dentro.—suelto una risa, viendo a Bella sonreír, su novio no desvía su mirada de quien caminaba enfrente nuestro. No dio lugar a que tenga una respuesta ya que el joven Black tomó la palabra.

—¿No pelearás?¿Te lastimaste un musculo o algo?—se dirige altaneramente hacia el lector de mentes, ¿no tiene camisa o algo? Bella lo defiende, sabe que todo lo que hace Edward es para que ella esté bien.—Como sea, solo díganme el plan. Que debo hacer.

Jasper toma la palabra inmediatamente.—Este campo nos dará ventaja durante la batalla, atraeremos a los neófitos con el aroma de Bella, pero este debe terminar aquí.—ni pestañea mientras habla sabiamente del plan que se estructuró para que todo funcione a nuestro favor. Tomo un respiro hondo, no puedo evitar hacer una mueca de disgusto, el olor que desprendía el lobo arrollaba cualquier rasgo del bello aroma de los bosques.

—En cambio tu olor es repugnante, lo suficiente para tapar el de Bella.—ataca de forma arisca Edward, siendo interrumpido por la humana ya cansada de tanta pica entre ambos.—Quiere decir que si me cargas hacia el campamento tu aroma podrá tapar el mío, así no dejar rastro hasta donde nos estaremos ocultando.

—Hecho—la afirmación tan rápida de parte del hombre lobo me causó gracia, se notaba que esperaba cualquier situación para estar un poco mas cerca de su amiga, ni le importaba la reacción que pudiera tener el novio de la susodicha. —No me agrada la idea—contraataca Edward, quien es calmado por Jasper.

—Edward, deja los celos un poco de lado y confía en el plan, va a estar todo bien.—me mantengo calmada, incluso parece una situación cómica, no hacía falta que sea tan posesivo. Mi compañero me dedica una mirada furtiva, pude notar un destello de cuasi sonrisa en su rostro. Empezaba a sentirme mas cómoda a su alrededor, a pesar de lo sucedido la noche pasada.

La tensión en el aire se podía cortar con un cuchillo apenas Jacob se fue junto a Bella en sus brazos, si te concentrabas incluso podías oír parte de su conversación, hasta que desaparecieron por completo, dejando a un vampiro posesivo y preocupado en auge junto a otros dos, que eran sus mitades, sin nadie emitir sonido. Incomodo.

No fue hasta que Jasper analizó en los alrededores que la teoría planteada funcionó que volvimos a hablar, había recorrido algunos metros, incluso me animé a comprobar algunos otros yo misma. Al volvernos a encontrar en el claro, las miradas que conectamos los tres fueron de alivio, de esperanza.

—Solo sentí el hedor del lobo, no el de Bella, va a funcionar.—espetó Jasper, llegando a nuestro encuentro, se detuvo enfrente de ambos. Le dediqué una sonrisa que, por suerte, correspondió.

Nuestro trabajo por hoy había finalizado allí, cada uno se retiró por sus caminos, excepto el rubio y yo.

—Así que...—comienzo mientras caminábamos por el bosque, dejando el claro detrás—vaquero guerrero Confederado, suena como una vida interesante, con historias que contar.— sueno animada mientras le hablo, siento como ramitas quiebran bajo nuestros paso.

—Está en lo correcto señorita Denali.—alzo una ceja hacia él, no esperaba que su lado anticuado saliera a la luz. Me hizo recordar a tiempos pasados.—¿Qué desea saber?

Así fue que pasamos parte del día perdiéndonos en el bosque, hablando, me contó sobre toda su vida, era como un libro abierto ante mi. Me alegraba saber que el mal gusto había sido exclusivo de la noche pasada, hoy vibrábamos parejos, se sentía bien. Como llenar un vacío.
Fue mutuo, le comente gran parte de mi vida, desde los sucesos de mi nacimiento en 1949, lo que era vivir con mi familia anterior hasta el suceso que cambió mi vida, convertirme, tuve que abandonar a todos y dejar que crean que estaba muerta, que no está muy lejos de la realidad, pero fue un cambio trascendental mudarme junto a los Denali a mis casi veinte años, convirtiéndome entonces en parte de ellos. Lo difícil que fue mantener a raya mi don, controlarme para usarlo solo lo poco y necesario, no cegarme por el poder que viene con el, y alejarme lo más posible de los Vulturi, quienes años atrás demostraron interés en mis habilidades. Eso no lo dejó en calma, sin embargo nunca tuve problemas que me lleven a tenerles miedo, solo el debido respeto.

A través de todo el viaje se sentía la conexión que poseíamos, grabando cada detalle del otro en nuestras mentes. Ninguno lo decía en voz alta, pero no había que tener el don de Edward para saber que ambos estábamos inseguros por lo que sucedería, luego de tantas horas juntos no queríamos despegarnos, y el miedo de que algo nos separara, ahora que pudimos encontrarnos, era abrumador. Partía mi centro, era algo innato.

Al llegar la noche debíamos salir a cazar, y eso hicimos junto al resto del Clan, preparandonos para la batalla venidera.

𝐅𝐎𝐑𝐄𝐕𝐄𝐑-jasper hale.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora